Pocas veces se logra lo que Vanesa Álvarez ha conseguido: una comunión perfecta entre arte y comunidad. Durante las últimas dos semanas, la artista ha reunido a 200 voluntarios para crear el vibrante mural «Coida Coia» en pleno corazón de este barrio vigués. Este monumental proyecto, que abarca el tramo entre Praza América y la rotonda del barco Alfageme, forma parte de la décima edición del programa «Vigo, ciudad de color».
El mural de Álvarez, conocido por su colorida paleta de verdes, amarillos y azules, es una celebración de la vida y la naturaleza, impregnada de un profundo mensaje ecologista y feminista. «Coida Coia» no solo embellece la ciudad, sino que también convierte a los vecinos en protagonistas de esta obra de arte, al invitarlos a pintar y formar parte de su creación.
Un proyecto colaborativo y comunitario
Vanesa Álvarez, quien ya realizó un proyecto similar en Union Square, Nueva York, titulado «Union with the Universe», explica la génesis de «Coida Coia»: «La idea de este mural surge porque la pasada primavera pinté uno en Union Square en Manhattan. Se nos ocurrió este paseo que es una locura y no por el tamaño, sino porque está cargado de vida». La artista se inspiró en la exitosa experiencia colaborativa en Nueva York y decidió replicar el modelo en Vigo: «El mural de Union Square fue colaborativo, entonces pensamos por qué no usar la misma fórmula aquí. Que vinieran los vecinos a pintar me pareció chulísimo, así sería el mural de los vecinos de Coia«.
Un viaje artístico
El regreso de Álvarez a Vigo es significativo. Después de años perfeccionando su oficio en Nueva York, la artista trae consigo una riqueza de experiencias y conocimientos adquiridos en una de las capitales mundiales del arte urbano. «En Nueva York, mi trabajo de 8 horas al día es pintar. Volver a Vigo y que lo aprecien así es una muestra de reconocimiento. Creo que he aprendido muchísimo y ahora tengo las herramientas para hacer esto», comenta Álvarez.
Vigo entre poderosos mensajes
El mural «Coida Coia» está lleno de referencias a la ciudad y a la vida local: «Este mural contiene muchos símbolos de la ciudad porque quería que todos nos sintiéramos parte de él: los fuegos de Coia, las Cíes, el faro, pulpos, sirenas, el mar y golondrinas, muchas golondrinas porque esta zona es zona de paso para ellas». Además, el mural también aborda temas ecologistas y feministas, destacando figuras femeninas que sostienen y cuidan el mundo, simbolizando la búsqueda de una vida más lenta y sostenible.
Promesa de futuro
El éxito de este proyecto no termina aquí. El ayuntamiento tiene planes de expandir el mural el próximo año, hasta los Volcanes, alcanzando una longitud de dos kilómetros. La respuesta de los voluntarios y los vecinos ha sido abrumadora. «La respuesta de los voluntarios ha sido brutal. Los voluntarios que pintaron conmigo se lo pasaron genial porque se viene a curro hecho, a disfrutar y a poner tu granito de arena. Luego, poder pasar por aquí y decir ‘esa golondrina la he pintado yo’ es algo muy chulo», relata la artista.
Impacto en la comunidad
Más allá de su impresionante tamaño y colorido, «Coida Coia» está destinado a tener un impacto duradero en la comunidad. «Si el arte público, además de ser público, es comunitario, para mí es redondo«, reflexiona Álvarez. Este mural no solo embellece el entorno urbano, sino que también fortalece los lazos entre vecinos, invitando a los residentes a participar activamente en la creación de su paisaje cultural.
En un mundo donde el arte a menudo se percibe como efímero, Álvarez nos recuerda que su verdadero poder reside en su capacidad para unir y transformar comunidades. «Para mí, el arte público sí tiene un componente efímero porque está al alcance de la mano de las personas. Nunca sabes muy bien qué va a pasar», dice la artista, subrayando la importancia de aprovechar el momento y disfrutar del viaje artístico.
El mural «Coida Coia» es un testimonio de la pasión y dedicación de Vanesa Álvarez, y una celebración del espíritu comunitario de Vigo. Con cada brochazo, los voluntarios no solo pintan un mural, sino que también dejan una huella imborrable en el corazón de su ciudad.