Este 2024 Vive Nigrán cambia de emplazamiento y de formato pero lo que no cambia es su ecléctica oferta musical. El festival recibirá este fin de semana a bandas como Rufus T. Firefly, Hey Hematoma, Isius, Querido y Visions of Johanna pero en el cartel de esta edición destacan con luz propia una de las bandas más singulares de la escena indie española: Arizona Baby. Con más de dos décadas de trayectoria a sus espaldas, este trío vallisoletano ha forjado un camino que mezcla folk, rock acústico y una autenticidad imbatible, tanto en España como en escenarios internacionales.
Orígenes y ascenso
Fundada en 2003 en Valladolid, Arizona Baby comenzó su andadura en locales pequeños y con la autoedición de su música, un enfoque que habla de su independencia y compromiso con el oficio musical. «Desde el principio teníamos claro que veníamos para quedarnos, cuidar el oficio y el panorama musical«, nos cuenta Javier Vielba, el carismático frontman de la banda. Su primer disco, «Songs to Sing Along», lanzado en 2005, empezó a captar la atención del público, pero fue con su segundo álbum, «Second to None», que realmente lograron posicionarse como una banda de referencia en la escena independiente nacional.
Exploración y evolución
A lo largo de sus veinte años de carrera, Arizona Baby ha experimentado con diversos sonidos sin perder su esencia. Tras el éxito de «Second to None», lanzaron tres álbumes en los que se permitieron explorar nuevas direcciones musicales. Vielba recuerda esta etapa como un periodo donde se abrieron a influencias variadas sin dejar de lado sus raíces folk americanas y fronterizas. «Tras lanzar «Second to None» tuvimos tres álbumes en los que nos dedicamos a experimentar, manteniendo siempre ese sonido fronterizo, tex-mex, pero abriéndonos a nuevos sonidos. Ahora con «Salvation» hemos regresado a ese sonido esencial, por decirlo de otra manera, tras años de cocina de autor nos apetecía un filete con patatas fritas», dice Vielba con una sonrisa.
Internacionalización y reconocimiento
El viaje de Arizona Baby no se ha limitado a España. Su música ha resonado en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, México y hasta en Albania, demostrando que el rock y el folk pueden trascender barreras culturales y lingüísticas. Sin embargo, a pesar de este éxito internacional y a pesar de tener una sólida legión de seguidores, Arizona Baby nunca ha sido propuesta como una de esas bandas cabezas de cartel en los festivales.
Vielba explica: «Hay una serie de factores que creo que han influido en ello. El primero es el idioma: cantar en inglés en los 90 era lo normal para aquellas bandas que nos queríamos apartar del mainstream, pero a mitad de los 00s esas bandas volvieron al castellano. Nosotros mantuvimos nuestra propuesta, no por alejarnos de nada ni convertirnos en diferentes, sino porque ese idioma es la base de nuestras influencias».
Salvation
En celebración de sus veinte años, Arizona Baby ha lanzado «Salvation», un álbum que, según Vielba, es una condensación de su sonido característico. «Salvation nace como una celebración de nuestros 20 años de carrera. Queríamos celebrarlo pero no queríamos simplemente reeditar un disco o lanzar un recopilatorio o un disco de rarezas, que sí, saldrán en algún momento. Preferimos hacer un disco nuevo que condense el sonido de Arizona Baby».
Este nuevo trabajo marca un retorno a sus raíces, aunque no sin dejar a un lado nuevas influencias, «aunque hemos vuelto a ese sonido primigenio, es justo decir que con ‘Ride On’ coqueteamos con el hip-hop, ‘Streets of Babylon’ tiene influencias del indie-rock británico o, como siempre, encontramos guiños a la rumba ‘Hit the Spot’», explica Vielba.
El Rock como filosofía
La visión de Arizona Baby sobre el rock y la música en general es profundamente filosófica. Para Vielba, el rock no es solo un género musical, sino un movimiento que desafía a las normas establecidas. «Dicen que el rock está muerto desde 1959, pero lo que sucede es que el rock es un movimiento anárquico no controlable por la industria. Por eso es más cómodo decir que está muerto», afirma con convicción.
Esa filosofía se refleja en los conciertos de la banda, que rehusando el uso de tecnología que podría estandarizar sus actuaciones. «Somos un grupo que jamás da dos conciertos iguales. Esto se debe en gran medida a que no usamos usar claquetas, in ears, amplificadores digitales o líneas pregrabadas. Nuestra música siempre es orgánica», dice Vielba. «En los defectos está lo humano y la grandeza del rock«.
Este fin de semana, el público de Vive Nigrán tendrá la oportunidad de experimentar la autenticidad y la energía de Arizona Baby en directo. Arizona Baby no es solo una banda; es una declaración de principios, una celebración de la humanidad y la espiritualidad que la música puede ofrecer. Con «Salvation», y veinte años de historia, se presentan no solo como músicos, sino como guardianes del espíritu rebelde y eterno del rock.