Esta tarde viguesa la tranquilidad de la calle Marqués de Valterra se vio interrumpida por un nuevo incidente en la antigua nave abandonada de Pescanova. Alrededor de las cuatro de la tarde, un individuo comenzó a arrojar objetos desde el segundo piso del edificio, impactando varios vehículos estacionados.
Intervención policial
Ante la gravedad de la situación, se hizo necesaria la intervención de varias patrullas de la Policía Local, que se desplazaron hasta el lugar de los hechos para localizar al individuo y poner fin a su actitud violenta. Tras acceder al interior del inmueble los agentes trataron de localizar y disuadir al individuo.
La antigua nave de Pescanova se ha convertido en un foco de problemas sociales en los últimos años. Su estado de abandono y su ubicación estratégica, próxima al Centro Integral de Inclusión y Emergencia Social y al punto móvil de la Fundación Erguete, la han convertido en un lugar de refugio para personas sin hogar y en un punto caliente de actividades ilegales.
Los incendios, las peleas y los actos vandálicos son habituales en esta zona, generando una creciente alarma social entre los vecinos y comerciantes de la zona. La presencia de personas con problemas de adicción y salud mental agrava la situación y dificulta la convivencia.
Enésimo incidente
Este ha sido el último incidente de una larga lista que pone de manifiesto la urgencia de encontrar una solución definitiva para la antigua nave de Pescanova. Las autoridades locales y estatales deben coordinarse para abordar este problema de forma integral y garantizar la seguridad de los vecinos.
Para solucionar de raíz el problema que representa la antigua nave de Pescanova, se plantean diversas alternativas. Desde la demolición del edificio, dada su precaria situación, siendo esta una opción radical pero eficaz para evitar futuros incidentes, hasta si su estado lo permitiera, su rehabilitación y reconversión en un espacio público o un equipamiento social podría revitalizar la zona. Paralelamente, es imprescindible reforzar la presencia policial y los programas de atención social para abordar las causas subyacentes del problema, como el sinhogarismo y las adicciones.