El mundo de la vela rindió homenaje este sábado a sus mejores deportistas y equipos en la gala de los Premios Nacionales de Vela que el Monte Real Club de Yates volvió a organizar un año más en Baiona con el patrocinio de Bodegas Terras Gauda.
Un elenco de lujo formado por una tripulación de J80, un navegante en solitario, una editorial, un equipo de vela ligera y otro de Sail GP, un histórico regatista y dos medallistas olímpicos atrajo hasta el club a una gran cantidad de público, que abarrotó el village instalado para el Trofeo Príncipe de Asturias.
El presidente del Monte Real, José Luis Álvarez, fue el encargado de inaugurar la gala con un discurso en el que alabó el buen hacer de los premiados, que “se han convertido también en faros de inspiración para las futuras generaciones. Cada victoria y cada medalla es un mensaje para los más jóvenes de que los sueños pueden hacerse realidad con constancia y perseverancia.
Gracias a su ejemplo, la vela sigue siendo un deporte que apasiona, que educa en la disciplina y que motiva a seguir luchando por lo que uno cree”, dijo.
El presidente de Terras Gauda, José María Fonseca, destacó “el trabajo en equipo, la valentía, la capacidad de superación y la estrategia los premiados en las circunstancias difíciles y cambiantes que supone el deporte de la vela”, aseguró.
El Premio a la Trayectoria Deportiva fue entregado por Pedro Cardona, Comandante Director de la Escuela Naval Militar, a Toño Gorostegui, leyenda viva de la vela española. A sus 70 años, Gorostegui ha dejado una huella imborrable en este deporte, con una carrera que incluye una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 y cuatro títulos de campeón del mundo.
Los hermanos Martín y Jaime Wizner, galardonados con el premio a la Mejor Tripulación de Vela Ligera, recibieron su premio de manos del Secretario Xeral para o Deporte de la Xunta de Galicia, y Luisa Sánchez, Vicepresidenta de la Diputación de Pontevedra. Estos jóvenes regatistas gallegos, de 23 y 20 años, respectivamente, han demostrado su valía al coronarse campeones de Europa juveniles en 2023 y alcanzar un destacado séptimo puesto en el Trofeo Princesa Sofía de 2024.
El Premio Mariano Aguado de Comunicación lo acaparó en esta ocasión Curt Ediciones, una de las editoriales líderes en el sector náutico en España, con cabeceras emblemáticas como Skipper, de la que este verano salió su número 500. Mariano Aguado hijo fue el encargado de entregar el galardón a Laura Curt, editora del grupo, en reconocimiento a su contribución a la difusión de la cultura náutica durante más de cuatro décadas.
El equipo Spain SailGP Team recibió el premio al Mejor Equipo de Sail GP. Liderado por los campeones olímpicos Diego Botín y Florian Trittel, este equipo ha llevado a España a lo más alto en la «Fórmula 1 del mar», proclamándose campeones en esta competición de máximo nivel. Estuvieron en Baiona recogiendo el premio Diego Botín, Florian Trittel, Joel Rodríguez, Joan Cardona y Nicole Van der Velden.
El Premio al Mejor Navegante en Solitario fue para Carlos Manera, tras dejar una huella imborrable en la navegación en solitario al ganar la primera etapa de la Mini Transat y lograr el subcampeonato absoluto. Gabriel González Eiroa, director comercial de Abanca, entregó el premio a Manera, reconociendo su excepcional trayectoria y sus logros en competiciones internacionales.
El equipo EurofritsAviko Newindfoods fue galardonado como el Mejor Monotipo Español, un premio entregado por el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuíña. Con Javier Padrón como patrón, el equipo ha conquistado los últimos dos Mundiales de su clase, consolidándose como una referencia en el panorama internacional.
Finalmente, el premio al Mejor Equipo Olímpico fue entregado por el presidente del MRCYB, José Luis Álvarez; y el presidente de Terras Gauda, José María Fonseca Moretón; a Diego Botín y Florian Trittel, quienes lograron colgarse el oro en los Juegos Olímpicos de París en la clase 49er. El regreso triunfal de España al podio olímpico en vela, tras más de una década sin conquistar el oro provocó los aplausos más fuertes entre el público asistente, con una ovación continuada durante varios minutos.
La gala concluyó con una velada que incluyó fuegos artificiales y una fiesta amenizada, para cerrar una noche inolvidable que celebró lo mejor de la vela española y