La DGT ya ha instalado dos de los nuevos radares velocidad que prevé activar en las próximas semanas en Galicia en un vial de la comarca de Vigo.
Concretamente, se trata de la carretera PO-340, que acaba de ser reformada este pasado verano por parte de la Xunta y que desde hace varias semanas luce dos postes con cámaras y paneles solares en los kilómetros 4,200 y 6,200 del vial.
Tras las obras, se han instalado dos postes con cámaras y paneles solares en los km 4,200 y 6,200, los radares de tramo, que pueden controlar la velocidad, pero también los adelantamientos en línea continua, el uso del móvil o del cinturón, entre otras normas de obligado cumplimiento.
Según precisa la propia DGT, los tramos de carretera con velocidad controlada equipan cámaras de visión artificial. Situadas en ambos extremos del tramo, calculan la velocidad media de cada vehículo y sancionan a los que superan el límite.
Este tipo de radares está operativo desde 2010 en autopistas, autovías y carreteras convencionales y pueden tener varios kilómetros de longitud. En el caso del vial entre Tui y Gondomar, son dos kilómetros con una pronunciada pendiente para los conductores que realizan el trayecto en dirección a esta última localidad.
En realidad, remarca la DGT, no son radares propiamente dichos ya que consisten en un sistema de cámaras que graban de forma continua, identificando la matrícula de cada vehículo a la entrada y a la salida del tramo.
Un ordenador relaciona las matrículas iguales, comprueba las tiempos de paso y calcula la velocidad media del vehículo por lo que, cuando la velocidad media del recorrido está por encima del límite, se tramita la denuncia por infracción.
Para advertir a los conductores de la cercanía de un tramo de velocidad controlada, se debe señalizar con antelación con el panel correspondiente.
Una parte de esta vía, que une las localidades de Tui y Gondomar a través de la ladera del monte Aloia, acaba de ser remodelada por la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas por 1,2 millones de euros, una inversión que contempla la mejora del tramo de la PO-340 entre Tui y A Ramallosa, en la PO-331, que une Torneiros y Gondomar, y en el trecho inicial de la carretera PO-332, Nigrán-Vincios. Las tres actuaciones han consistido en la rehabilitación localizada del firme mediante el fresado y la reposición de la capa de rodaje, con la finalidad de mejorar las condiciones de circulación en varios trechos de estas tres carreteras.