La declaración de dos testigos policiales en el juicio que se celebra en la Audiencia de Pontevedra por el alijo de cocaína del buque MV Karar ha confirmado que Juan Carlos Santórum, procesado en esta causa con otras 27 personas (varios de ellos familiares y allegados del arousano), tuvo conocimiento, en el momento en que se produjo, del abordaje del barco por parte de las fuerzas policiales y de Aduanas, y que también recibió información sobre su inminente detención y la de los otros implicados.
En la jornada de este jueves han prestado declaración ante el tribunal dos agentes de la Udyco de Pontevedra que han relatado que, horas después del abordaje del Karar, que transportaba 3,8 toneladas de cocaína, mantuvieron un encuentro con varios de los investigados.
Según su relato, uno de los procesados, Braulio V.V., estaba registrado en la Unidad Central de Inteligencia Criminal como colaborador de la Policía, aunque han matizado que realmente la «captación» no tuvo mucho éxito porque Braulio no cumplía su papel de confidente. Con todo, días antes del apresamiento del Karar, ha explicado uno de los testigos, el acusado se comunicó con él para urgirle una reunión.
En un primer encuentro con él, relató que se estaba produciendo un transporte de unos 4.000 kilos de cocaína a bordo de un barco con destino a las rías gallegas y que la organización encargada del alijo y descarga no podía hacer «el trabajo» ya que había sido ‘golpeada’ recientemente por un operativo policial.
Según explicó, alguien había contactado con el grupo de Santórum para llevar a cabo esa tarea, y disponían de algunos datos, como los posibles puntos de descarga, pero creían que la Policía los estaba investigando.
El agente ha explicado ante el tribunal que el acusado lo instó a mantener otra reunión más adelante, para aportarle más información. A partir de ese momento, este testigo informó a sus superiores y éstos le confirmaron que ese transporte de droga ya estaba siendo investigado por el Greco, pero que, igualmente, debía reunirse con su confidente para no despertar sospechas y no perjudicar la acción policial.
«Estamos todos jodidos»
De este modo, tal y como figura en la causa, éste y otro agente de Udyco se citaron con Braulio en una zona de monte en la noche del 25 al 26 de abril de 2020, horas después de que el Karar hubiera sido abordado. A ese encuentro se presentaron Braulio, Juan Carlos Santórum y otro de los acusados, Emilio Xosé R.C. y, según los testigos policiales, confirmaron la existencia de un barco, de nombre Karar, que se dirigía a Galicia con cocaína.
Los acusados pidieron a los policías esperar unos minutos porque estaban pendientes de recibir más información, por parte de un funcionario de Aduanas de Vigo, una información por la que esa misma tarde Santórum había pagado 10.000 euros. Poco después, el teléfono del arousano comenzó a recibir mensajes y ese fue el principio del fin.
En esos mensajes, el informante de Santórum le confirmó que el Karar había sido apresado y que era inminente la detención de 12 personas, entre ellas los tres que se encontraban allí esa noche, además de otras personas del círculo Santórum. «Estamos todos jodidos, cogieron el barco, estamos jodidos todos», proclamó entonces el arousano que, según los testigos policiales, reveló en ese momento toda la información que estaba recibiendo, incluidos los nombres de las personas que iban a ser detenidas y el lugar y momento de los registros que se iban a llevar a cabo.
Los policías que han declarado este jueves han explicado que, llegado ese punto, se retiraron de la reunión, mientras Santórum y los suyos preguntaban qué hacer. «Decían que no sabían qué hacer, y se preguntaban si debían fugarse. Nosotros les dijimos que, si no tenían nada que ocultar, que no huyeran», han explicado en su declaración.
Tras marcharse, los agentes contactaron con Greco Galicia para informar de lo que había ocurrido y para advertir de que Santórum y los suyos estaban al tanto del operativo policial y conocían detalles. «Avisamos de que se había filtrado toda la operación», ha señalado uno de los testigos, que también ha apuntado que, aunque llegaron a saber que el informante era un funcionario de Aduanas «con cierta jefatura», no llegaron a conocer la identidad.
«Derrota sospechosa desde el principio»
Por otra parte, en la jornada de este jueves también ha declarado un testigo-perito de Aduanas, que realizó informes sobre la navegación del Karar, sobre las características del barco y también de las lanchas intervenidas en diferentes naves de la provincia de Pontevedra.
Sobre la travesía del buque Karar, que partió de Panamá y que recogió la droga días después, frente a las costas de Colombia –antes de poner rumbo al punto de alijo, a unas 350 millas de las costas gallegas–, este perito ha declarado que la ruta del mercante «era sospechosa desde el principio».
Así, ha apuntado a los elementos que hicieron sospechar: «el cambio masivo de tripulación, la presencia de un español, estar tanto tiempo fondeado, o la situación de inoperatividad comercial».
Además, ha explicado, el rumbo era «errático», estuvo 4 días a la deriva y con el AIS (el sistema de identificación automática de los barcos) desconectado durante tres días.
Por otra parte, ha confirmado que las lanchas intervenidas en varias naves presentaban las características habituales de las empleadas en operaciones de narcotráfico: gran potencia, espacio de carga amplio, asientos en línea, y autonomía suficiente para navegar muchas millas mar adentro.
En este procedimiento se juzga a 28 personas, entre las que están Santórum y varias personas de su círculo de confianza, un constructor naval, un ciudadano colombiano, un exfuncionario de Aduanas y su mujer, y los 15 tripulantes del Karar (5 ciudadanos de Bangladesh, 9 de Nepal y un gallego). La Fiscalía pide para ellos penas que oscilan entre 13 años y medio y 19 años y medio de prisión, y multas millonarias.
La previsión es que el macrojuicio, que comenzó en abril, se alargue al menos hasta final de año, ya que están citados un centenar de testigos y peritos. Entre los testigos, se espera la declaración –aún sin fecha, por encontrarse de baja médica– de un exjefe de Greco en Galicia, actualmente investigado por un juzgado de Murcia por su presunta vinculación con organizaciones de narcotráfico.