Los vecinos de Canido han dado este jueves un paso al frente contra lo que han denominado ‘el crimen de los plataneros’.
Tal y como contó el pasado mes de julio Vigoé, han aparecido agujeros en casi todos los árboles del paseo costero de este barrio vigués y dos de ellos están prácticamente secos. Los vecinos de la zona están convencidos de que se ha inyectado algún tipo de sustancia que los está matando poco a poco y apuntan, aunque admiten que no pueden demostrarlo, a los nuevos apartamentos de lujo que se construyen al otro lado de la carretera. «Los árboles les tapan las vistas de las Cíes», manifiestan.
Por ello, al grito de ‘Poda sí, tala non’, vecinos de Canido se han concentrado para llamar la atención sobre lo que consideran es un ataque impune contra unos árboles que «tapan las vistas a los nuevos edificios de lujo que se han construido en la zona».
«Cuantos más seamos, mejor. Cuanto más ruido, también. Tenemos que mostrar nuestro músculo en la defensa del patrimonio de todos, en contra de unos pocos egoístas sin escrúpulos que por sus intereses particulares piensan que son los dueños exclusivos de lo público», rezaba la convocatoria a los vecinos, a través de Whatsapp.
A menos de un kilómetro, varias patrullas de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional permanecían atentas por si fuese necesaria su intervención, algo que no ocurrió ya que la protesta fue breve y se desarrolló sin incidentes.
«Querríamos encontrar a los culpables, pero sabemos que es muy difícil. Al menos queremos dar visibilidad a lo que está ocurriendo para que los culpables, al menos, echen un poco el freno«, señalaba este jueves el presidente de la asociación de vecinos de San Miguel de Oia, Ángel Goberna.
Además de poner el problema en conocimiento del Concello de Vigo y la Policía Local, también han acudido al Seprona de la Guardia Civil para que se tomen medidas ante la «repentina» enfermedad de unos árboles que, aunque no están protegidos, «llevan aquí más de medio siglo, mucho tiempo antes que estos nuevos edificios a los que les tapan las vistas a las islas Cíes».
«Dentro de los agujeros huele como a gasolina», apuntaba una vecina.
Lo que piden es que se acentúe la vigilancia sobre estos ejemplares y que, en el caso de que finalmente sequen, sean reemplazados por otros similares, «de igual o mayor porte».
«Las sospechas vienen porque están construyendo estas promociones nuevas, son cuatro bloques de edificios nuevos a los que los árboles, que son muy frondosos y altos, les roban las vistas a las Cíes. Los que quieran vivir ahí querrán buenas vistas y los promotores también querrán ofrecérselas para vender mejor las viviendas. Es una suposición porque no tenemos ninguna prueba, pero no creemos mucho en las coincidencias», señalalaba hace dos meses el representante vecinal a Vigoé.
Este jueves, Goberna ha vuelto a decir lo mismo en sus declaraciones al programa de la TVG ‘Quen anda aí’, que emitió en directo la protesta y quiso conocer de primera mano lo que ocurre en este barrio costero de Vigo. Entrevistados por la reportera del programa y el presentador durante la conexión en directo, todos coincidieron en señalar a las promotoras que llevan a cabo las obras de las viviendas turísticas de lujo como las causantes de este problema, pero admiten que «no pueden demostrarlo».
Este grupo de ciudadanos, además, ha recibido el respaldo de la asociación Amigas das Árbores de Vigo, que surgió hace unos meses para hacer frente a las talas que consideran «indiscriminadas» de árboles en las calles y barrios de la ciudad.
Durante la protesta, además, también han llamado la atención sobre los vertidos que, cada cierto tiempo, se producen en plena playa de Canido, que según manifiestan también proceden de las obras de las viviendas que todavía están en marcha en la zona. «No tienen el cuidado suficiente», insisten.