El Bloque Nacionalista Galego señaló este miércoles que el fin de la concesión de Vitrasa en junio de 2025 supone una «gran oportunidad» para mejorar el servicio del transporte urbano municipal y que Vigo cuenta con un bus «a la altura de la mayor ciudad de Galicia».
Un servicio que, según el portavoz del BNG, Xabier P. Igrexas, «debe pasar a estar bajo gestión pública con su remunicipalización». Y argumenta su carácter «estratégico y esencial» para los vecinos y vecinas de Vigo y «en la línea que están haciendo otras ciudades del Estado y de Europa», consideró a través de un comunicado enviado a los medios de comunicación.
«Un primer paso que nos permita desplegar un modelo de movilidad alternativo, que dé opciones reales al uso del coche particular, que conecte y vertebre el conjunto de los barrios y parroquias para avanzar hacia una ciudad más habitable, más segura y mucho más sostenible en términos ambientales», especificó.
Así, lo hizo tras exigir, también, información sobre el estudio encargado por el gobierno de Abel Caballero sobre la demanda del transporte urbano colectivo de Vigo.
El nacionalista denunció así que «nadie sabe nada a falta de diez días para que finalice el plazo de ejecución del informe», adjudicado en diciembre del año 2023 por un importe de 319.000 euros.
Igrexas recordó que las empresas encargadas del mismo se comprometieron a realizar más de 4.000 encuestas a hogares y personas usuarias. «A día de hoy no tenemos ni constancia de que se haya realizado una sola», alertó sobre un informe que, en base al contrato y a las declaraciones del alcalde, «tiene que ser la hoja de ruta para diseñar la red de bus urbano de la ciudad» de cara a la renovación del servicio en junio de 2025, fecha en la que concluye la actual concesión de Vitrasa.
«Esperemos que no quede en lo mismo que aquellas encuestas fake realizadas por Vitrasa en 2018, en la que sorprendentemente no se preguntaba ni sobre las frecuencias, ni sobre los horarios, ni sobre los tiempos de trayecto, ni sobre el mapa de líneas, ni sobre el precio o la comodidad y seguridad de los buses», advirtió el portavoz municipal nacionalista.
Nulo diálogo social
A este silencio sobre el estudio, desde el BNG añadieron también la «falta de diálogo social» del gobierno de Caballero para definir el futuro del bus urbano de la ciudad.
En este sentido, censuró que el Consejo Sectorial de Transportes del Ayuntamiento «lleve años sin convocarse» y, en el actual mandato, «aun no se haya constituido este organismo».
Además, criticó la falta de interlocución con el movimiento vecinal, con las organizaciones sindicales y con colectivos de usuarias y usuarios de cara a recoger las amplias demandas existentes para la mejora del servicio que, como denunció Igrexas, «hoy es absolutamente insuficiente y muy deficiente», remató.