La Comunidad de Montes de Santa Marina de Cabral asumió ante la Xunta de Galicia su responsabilidad por las obras ejecutadas al lado del río Lagares, muy cerca de su nacimiento, y que habían sido denunciadas hace un año ante el Concello de Vigo por la Asociación de Vecinos y Empresarios de Cabral (Aveeca).
Augas de Galicia informó a esta entidad de que los comuneros procedieron al pago de la correspondiente sanción, que en un principio era de casi cien mil euros (98.000 €), pero que llevaba implícita una posible rebaja de hasta el 40% en el caso de “reconocimiento de los hechos y pago voluntario”.
Pese a ello, la asociación de vecinos y comerciantes remarca que en la comunicación recibida la pasada semana no se dice nada de la exigencia a la comunidad de montes de Cabral de reponer el tramo del río afectado a su estado anterior, para lo cual se le había dado un plazo de tres meses desde la recepción del escrito en el que se le informaba de la multa.
Esa propuesta de sanción por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural se emitió la finales del pasado marzo, y Augas de Galicia aclara ahora que tan sólo unos pocos días más tarde, el 18 de abril, dio por finalizado el procedimiento “tras asumir a la Comunidad de Montes su responsabilidad y realizar el pago”.
El expediente, recuerda Aveeca, exigía específicamente la restauración de la zona en los tres meses siguientes previa presentación del correspondiente proyecto ante la Jefatura Territorial de la Consellería de Medio Ambiente.
No obstante, la última comunicación no menciona este asunto y se limita a puntualizar que “en el que alcanza a la protección del dominio público hidráulico Augas de Galicia realizó las actuaciones oportunas”.
El incidente derivó paralelamente en una exhaustiva investigación por parte del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil que desembocó en la interposición de una querella por parte de la Fiscalía de Vigo por delito contra el medio ambiente, en concurso con otro contra la ordenación del territorio, cometido presuntamente por la Comunidad de Montes, su presidente, Luis Rodríguez, y otra serie de implicados.
El caso se remonta al mes de agosto de 2023, cuando se pidió informe al Servicio de Patrimonio Natural de la Consellería de Medio Ambiente sobre unas obras que pretendía realizar la Comunidad de Montes de Cabral en el dominio público hidráulico y zona de policía en la Lagoa de Mol, junto al Aeroclub de Vigo.
En la solicitud se especificaba que se retirarían a los árboles muertos o caídas y se harían tareas de desbroce de la maleza y de clareo de los árboles en buen estado en la zona de servidumbre, realizándose por medios manuales a actuación en el lecho.
La Consellería respondió que era necesario un estudio de las afecciones e impacto sobre el medio fluvial y sobre el patrimonio natural adyacente.
Pero el 18 de octubre, fecha en la que Aveeca interpuso su denuncia ante el Concello de Vigo, el Seprona de la Guardia Civil constató que el Lagares, cerca de su nacimiento y aguas arriba de la Lagoa de Mol, había sido desviado por una máquina excavadora y que numerosos pies de árboles de ribera habían sido arrancados.
Los agentes matizaron que la actuación afectaba a una extensión de terreno de unos 250 metros de largo y alteraba la morfología del río, eliminando meandros y cortando la comunicación de las aguas de la zona húmeda con el canal original.
Mencionaron también la tala de árboles y limpieza de maleza adyacente, así como trabajos silvícolas en el corredor fluvial y en su bosque galería. El Servicio de Patrimonio Natural de Pontevedra emitió finalmente su informe, en el que incluyó la denuncia de Aveeca que le había remitido el Concello vigués, y resolvió que en el área en cuestión hay un ameneiral que constituye una zona bien conservada de interés comunitario, resultando afectadas también varias especies catalogadas cómo vulnerables, en concreto, a salamántigarabilarga, la rana patilarga y un narciso clásico (narcissuscyclamineus).