En un Balaídos que contuvo la respiración hasta el último segundo, el Celta consiguió tres puntos de oro al vencer por 1-0 al Getafe. Con un tempranero gol de Tasos Douvikas, el equipo gallego calmó los ánimos tras los recientes tropiezos y demostró que, aunque todavía hay margen de mejora, las ilusiones no se han apagado en Vigo. Con esta victoria, el Celta escala a la décima posición en la tabla, con siete puntos de ventaja sobre el descenso y a solo tres de la zona europea.
Douvikas enciende Balaídos
La noche comenzó con un grito de esperanza cuando Iago Aspas, siempre el motor del equipo, asistió a Douvikas con un centro en el minuto 7. El delantero griego cabeceó la pelota al fondo de la red, aprovechando la incertidumbre de David Soria para adelantar a los locales. Con ese tanto, Douvikas continúa su buena racha goleadora, que venía ya de su doblete en la Copa.
El Getafe, por su parte, se mostró plano y apenas generó peligro durante el primer tiempo. Un disparo alto de Luis Milla fue la única oportunidad significativa para los madrileños en la primera mitad, que se cerró con un Celta mucho más sólido en todas sus líneas.
Getafe sin ideas
José Bordalás intentó cambiar el curso del partido con sustituciones estratégicas, incluyendo la entrada de Álvaro Rodríguez y Juan Berrocal. Sin embargo, el plan de juego del Getafe no consiguió desbloquear la sólida defensa celeste. Starfelt, imponente en la zaga, se encargó de desbaratar cualquier intento del Getafe de conectar con Uche, su principal referencia en ataque.
En el segundo tiempo, Bordalás intentó adelantar líneas, y el Getafe dio un paso al frente. Este cambio, sin embargo, resultó insuficiente, especialmente después de que Juan Berrocal recibiera la segunda amarilla, dejando a su equipo con diez jugadores en el minuto 60. A partir de entonces, el Celta se vio con la oportunidad perfecta para sentenciar el partido.
Oportunidades desperdiciadas y sufrimiento
El Celta tuvo varias ocasiones claras para ampliar su ventaja, pero la falta de precisión en los últimos metros mantuvo el partido en tensión hasta el último segundo. Aspas envió un remate al palo, y Douvikas cabeceó desviado un centro de Mingueza. Hugo Álvarez también tuvo en sus botas el 2-0 en un mano a mano con Soria, pero el portero madrileño logró evitarlo.
La entrada de Borja Iglesias y Hugo Álvarez dio aire fresco al ataque del Celta, que seguía buscando un segundo tanto para evitar un final agónico. Sin embargo, las oportunidades claras seguían sin concretarse, en parte por el esfuerzo del Getafe por mantenerse en el partido a toda costa.
Una victoria esperanzadora
Con este triunfo, el Celta da un paso hacia la tranquilidad en la tabla, acercándose a la zona europea. Claudio Giráldez, quien ha sabido encontrar el equilibrio entre la experiencia de Aspas y la solidez de jugadores como Mingueza y Marcos Alonso, ha logrado insuflar nueva vida a un Celta que parecía dormido en jornadas pasadas.