La Patrulla de la Compañía de la Guardia Civil de Pontevedra ha detenido a dos personas por un presunto delito de tráfico de drogas.
La detención, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, se produjo durante un dispositivo de verificación de vehículos y personas en la AP-9, a la altura de Vilaboa, realizado el pasado martes.
Durante el mismo, los agentes dieron el alto a un vehículo en el que viajan dos personas. Al observar en ambos signos de nerviosismo, los guardias civiles procedieron a su identificación, constatando que ambos cuentan con antecedentes policiales por tenencia y consumo de drogas.
Tras realizarse un registro de sus pertenencias, los agentes localizaron una riñonera y un neceser, mientras que en el maletero del vehículo hallaron un total de 20,70 gramos de MDMA, 10 gramos de Speed, y 83 pastillas de éxtasis, con un peso de 50 gramos, así como una báscula de precisión y varios objetos para la preparación y el corte.
Por ello se les informó a ambos de su calidad de detenidos por un supuesto delito de tráfico de drogas. Se trata de una mujer, de 24 años, con domicilio en Barcelona, y un varón de 25, con domicilio en Pontevedra.
Ambos fueron trasladados al acuartelamiento de Moaña donde una vez practicadas diligencias pertinentes fueron puestos en libertad con la obligación de comparecer cuando sean requeridos para ello en el Juzgado de Instrucción DOS de Cangas.
Detención de drogas en controles preventivos
Precisamente este miércoles, el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, ha visitado el ejercicio práctico, que se desarrolló en la carretera PO-531 en Campañó-Pontevedra, y que tuvo lugar al final de las dos jornadas de formación teórica en el marco del curso impartido por la Dirección General de Tráfico (DGT) en la sede de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. La actividad sirvió para la formación y habilitación de agentes de la policía local en la detección de drogas en controles preventivos.
Losada ha destacado que la habilitación de los cuerpos de Policía Local de la provincia de Pontevedra para la realización de controles preventivos de drogas va a redundar en una importante mejora en la seguridad vial, dado que a partir de ahora se podrán realizar un mayor número de este tipo de controles.
Participaron agentes de las policías locales de Baiona, Nigrán, Gondomar, Salceda de Caselas, Sanxenxo, Tomiño y Vilagarcía de Arousa. Se cubrió así, por estricta orden de inscripción, el límite de las 30 plazas ofertadas. Más allá de estos ayuntamientos, ya realizan pruebas de sustancias estupefacientes las policías municipales de otras grandes villas y ciudades como Marín, O Porriño, Pontevedra, Vigo, Tui o Redondela.
Abel Losada aprovechó la visita al ejercicio práctico en carretera para informar de que en el año 2023 se realizaron en la provincia de Pontevedra 3.773 pruebas de detección de drogas por parte del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil, de las que 2.006 (53,26%) fueron positivas.
De este total, 1.023 de las pruebas fueron realizadas coincidiendo con fines de semana, festivos y vísperas de festivos, cuando se de la un mayor consumo de este tipo de sustancias. Por otro lado, 2.978 pruebas se realizaron en el transcurso de controles preventivos, mientras que 356 se llevaron a cabo con ocasión de una infracción y 439 tras un accidente de tráfico.
El subdelegado también desveló que en el 90% de los casos con resultado positivo en los controles de drogas, estos fueron detectados en varones. Las sustancias más detectadas, como viene siendo habitual, fueron el cannabis, presente en 1.481 controles y la cocaína, en 781.
El subdelegado del Gobierno subrayó la necesidad de la formación continua para actualizar las habilidades en la detección de consumo de drogas al volante, un problema que fue en aumento, especialmente tras la pandemia.
Destacó que “es vital adaptar las técnicas de detección a las nuevas necesidades y riesgos para la seguridad vial” y solicitó responsabilidad a los conductores “alertando de que conducir bajo el efecto de las drogas no solo pone en riesgo a integridad de quien consume, sino de personas inocentes que comparten carretera”.
Recordó, además, que la Ley de Seguridad vial prohíbe la conducción con drogas en el organismo y el Código penal estipula sanciones severas por conducir imprudentemente bajo su influencia, con penas que pueden llegar hasta 4 años de cárcel en casos de homicidio.
Durante dos jornadas de curso los asistentes aprendieron técnicas para detectar el consumo de drogas y los aspectos jurídicos asociados a la tramitación de denuncias.
El seminario permitió profundizar en los aspectos farmacológicos y toxicológicos de las drogas, sus efectos y patrones de consumo, así como en las técnicas para identificar signos externos relacionados con su uso. También se revisaron los procedimientos para la toma de muestras y los aspectos normativos y legislativos que afectan a la conducción bajo la influencia de estas sustancias.