El Mecalia Atlético Guardés sumó una nueva victoria en la Liga Guerreras Iberdrola, imponiéndose por 23-20 al Atticgo BM Elche en un partido marcado por la intensidad y la igualdad. Las locales, que jugaron ante su público en un encuentro dedicado a la campaña contra la violencia de género, demostraron su fortaleza y su capacidad para superar las dificultades.
Inicio igualado
Los primeros minutos del encuentro fueron un fiel reflejo de lo que iba a ser el partido: un duelo intenso y muy igualado. Ambos equipos mostraron una gran intensidad defensiva y buscaron con ahínco las ocasiones de gol. La alta tensión se palpaba en la pista, y ninguna de las dos escuadras lograba imponer su juego.
El Guardés toma las riendas
A medida que avanzaba el partido, el Guardés comenzó a encontrar espacios en la defensa rival y aprovechó sus oportunidades para abrir una pequeña brecha en el marcador. La eficacia en ataque y la solidez defensiva fueron claves para que las guardesas se hicieran con el control del partido.
Sin embargo, las ilicitanas no se dieron por vencidas y reaccionaron con fuerza, acortando distancias en el marcador. Los últimos minutos del partido fueron de infarto, con ambos equipos luchando por cada balón y buscando la victoria. Finalmente, el Guardés supo mantener la calma y cerrar el partido a su favor.
Claves de esta nueva victoria
La victoria del Guardés fue el resultado de un engranaje perfecto entre varios factores clave. El regreso de María Sancha aportó un impulso anímico y una experiencia invaluable al equipo, reforzando su ataque y aportando una mayor estabilidad defensiva. Su presencia en la cancha fue un verdadero revulsivo para sus compañeras.
Paralelamente, la sólida estructura defensiva del equipo gallego resultó fundamental para neutralizar las acciones ofensivas de Elche. Las guardesas demostraron una gran cohesión y coordinación, dificultando las penetraciones de las ilicitanas y forzando pérdidas de balón que resultaron decisivas.
La eficacia en los momentos clave también fue un factor determinante. Las jugadoras del Guardés supieron aprovechar las oportunidades que se les presentaron, especialmente en los momentos de mayor tensión, demostrando una gran capacidad para mantener la calma bajo presión.
Por último, el calor de la afición local jugó un papel fundamental a lo largo de todo el partido. El constante aliento de las gradas impulsó a las jugadoras a dar lo mejor de sí mismas, convirtiendo A Sangriña en una auténtica fortaleza inexpugnable para las visitantes.
El Guardés, en la lucha por el título
Con esta victoria, el Guardés consolida su posición en la zona alta de la clasificación y se coloca en una posición privilegiada para luchar por el título de Liga. El equipo de Ana Seabra ha demostrado un gran nivel de juego a lo largo de la temporada y se ha convertido en uno de los principales favoritos para levantar el trofeo.