El edificio Redeiras de la Universidade de Vigo ha acogido este miércoles la presentación del libro ‘A fala de Vigo. Trazos diferenciais da nosa variedade dialectal’, del catedrático Xosé Henrique Costas, editado con el apoyo del Área de Normalización Lingüística de la institución académica.
En la presentación, su autor ha defendido que, pese a que la ciudad olívica es la más ‘castellanizada’ de Galicia, todavía es posible escuchar el gallego por la calle, en buses, bares o tiendas, sobre todo en las parroquias del rural.
El profesor Costas ha explicado que el libro nació cuando la asociación Faladoiros-Vigo le encargó una conferencia sobre ‘a fala’ de la ciudad. «A raíz de los materiales y mapas elaborados para esa charla, se valoró la posibilidad de imprimir una publicación y hacerla llegar a todos los centros de enseñanza, asociaciones vecinales y culturales, etc.», ha señalado.
El volumen se abre con un soneto a Vigo de Darío Xohán Cabana y con un prólogo de Xosé Luís Méndez Ferrín, y arranca con la descripción de los principales trazos fonéticos y morfológicos de la forma de hablar gallego en Vigo. “A de Vigo é unha fala suroccidental galega, con todas as súas características macrodiferenciais: miña irmán, a mañán, as rans, as mans, gheada, seseo etc.”, explicó Costas.
Igualmente, recoge refranes y frases hechas, como ‘dar en tolo’, ‘ir a Vigho por mirar Canghas’, ‘quen che dera piche pola costa de Peniche’, ‘a cabra co visio dá cos cornos no cu’, ‘quen cala fode a quen fala’ o ‘quen de novo foi bailador de vello dálle un xeitiño’.
Asimismo, se definen unas 400 palabras de uso común, que no suelen aparecer en ningún diccionario, algunas exclusivas de Vigo y otras comunes con otras zonas del suroeste; algunas adaptaciones de castellanismos, galicismos, anglicismos o gitanismos; o palabras que son iguales en gallego pero con significado distinto. Popularmente conocidas son las expresiones que solo se pueden escuchar en Vigo –o de un vigués o viguesa– como «patatillas» o «ir al chollo», pero son muchísimas más que ahora se recogen en este volumen.
“Cando un vigués di que se aluga un baixo lóbrego, non se refire a falla de luz como acontecería en calquera outro lugar galego, senón simplemente a que está totalmente baleiro, sen divisións”, explicó el docente, que hizo hincapié en que hay muchas palabras que son iguales, pero que tienen un significado distinto.
Entre los vocablos propiamente vigueses están chiflaso, delourar, fanado, fariñoque, ghaldrumeiro, ghichar, marmanxo, marreca, pello, petouraso o pisca-pisca.
«En Vigo jugamos al ‘pai-fillo-nai’ en vez de al tres en raya, decimos peio en vez de mariola (la rayuela en castellano) y ponemos el pisca-pisca del coche en vez del intermitente», ha señalado Xosé Henrique Costas.
Concebida como una obra de divulgación, el objetivo es que el volumen llegue a todos los centros educativos, asociaciones vecinales, deportivas, musicales y culturales, y a todas las personas curiosas que quieran saber más de cómo se habla el gallego en Vigo.