El grupo municipal del PP de Vigo ha pedido este miércoles al gobierno local que haga lo posible por evitar la previsible desaparición de la Asociación Protectora de Animales de la ciudad, una entidad histórica que llevaba décadas gestionando el refugio de A Madroa hasta que se privatizó el servicio para cumplir con la nueva Ley de Bienestar Animal.
El Partido Popular de Vigo ya había advertido hace meses de esta situación. No obstante, la adjudicataria del contrato municipal adquirió poco después un compromiso verbal con la asociación para que continuara vinculada al refugio, manteniéndose así la labor social del servicio. Sin embargo, la Protectora de Animales está comprobando ahora que esa promesa no tiene visos de cumplirse. Esto le abocará a poner fin a sus 71 años de historia al término del presente año.
Tras recibir a esta entidad sin ánimo de lucro, el grupo municipal del PP ha constatado que la concesionaria lleva semanas rehuyendo todo contacto con los representantes de la organización. “Un silencio del que también es cómplice el gobierno municipal”, que suma tres semanas sin responder a una solicitud de reunión, tal y como ha advertido el portavoz popular en el Concello, Miguel Martín.
“Nos preocupa esta situación”, ha confesado el concejal del PP vigués, quien ha destacado la “importancia” de que el refugio de A Madroa mantenga su “necesaria” labor por “la concienciación y divulgación de los valores de respeto hacia los animales”.
Cuestiones como el seguimiento postadopción, los paseos con los perros, las charlas educativas en centros escolares o las campañas de concienciación se hallan en peligro ante esta desvinculación forzosa. Así, los populares llevarán este asunto a las comisiones informativas del próximo lunes.
Aunque la nueva ley no obliga a las empresas a contar con las asociaciones que gestionaban los refugios, sí recomienda hacerlo. El PP de Vigo entiende, además, que el Ayuntamiento “no puede escudarse tras el mutismo” de la empresa. “Como propietario, el Concello no puede pertrecharse tras el BOE para desentenderse de lo que ocurre con los animales de A Madroa. La gestión del refugio no puede limitarse a ser un centro de acogida de perros abandonados”, ha señalado Martín.