La Asociación de Vecinos y Empresarios de Cabral (Aveeca) y la Comunidad de Montes de la misma parroquia vuelven a encontrarse en pie de guerra por unas nuevas actuaciones en el nacimiento del río Lagares.
Hace unos días, la asociación ecologista Adega ya daba la voz de alarma al hacer pública la denuncia que acababan de interponer por lo que consideraban el «enésimo ataque» a un espacio de alto valor natural de la ciudad de Vigo.
Y este lunes, es la asociación vecinal de la parroquia la que informa también de que hace unos días presentó una demanda ante la Xunta de Galicia (Augas de Galicia y Patrimonio Natural) y el Ayuntamiento de Vigo por este mismo caso, después de haber detectado una inspección del Seprona a la zona, siendo la que le alertó sobre la supuesta gravedad de los hechos.
Según explican en un comunicado, la visita de los agentes de la Guardia Civil se produjo el pasado 14 de noviembre y derivó en la «inmediata paralización» de las obras.
Pero desde Aveeca señalan que, «en estos últimos días, se constató que los comuneros habían decidido continuar adelante». De hecho, tienen «conocimiento» de que funcionarios de la Xunta «visitaron la pasada semana la zona y certificaron esos avances», destacan.
Es por ello por lo que, como aseguran, la Dirección Xeral de Patrimonio Natural y el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) «están tramitando actuaciones contra la Comunidad de Montes por unas nuevas obras de canalización de riachuelos y nacientes en un área de protección natural muy cerca del nacimiento del río Lagares».
En su denuncia, la entidad responsabiliza directamente de los trabajos “a las mismas personas y empresas” que ya habían realizado en octubre de 2023 otra «controvertida actuación en una zona muy próxima», es decir, a los comuneros de Cabral.
Así, y coincidiendo con la denuncia interpuesta por Adega, relatan que las nuevas obras consisten en la «apertura de zanjas para canalizaciones con material plástico no permitido en áreas de brañas, con el objetivo de desviar los pequeños riachuelos y nacientes que discurren y surgen por la zona, en un terreno calificado como suelo rústico de protección natural». Y a mayores matizan que «hubo tala de árboles sin descartar tampoco daños a especies protegidas».
La asociación completó así la denuncia con un amplio reportaje fotográfico y solicitó que «se adopten las medidas que correspondan y se impongan las sanciones pertinentes teniendo en cuenta la condición de reincidentes de los supuestos autores».
Además, pidió que «se traslade el asunto a la autoridad judicial para la tramitación de las correspondientes diligencias por un posible delito contra el medio ambiente».
Obras anteriores
Los vecinos de Cabral recuerdan que las obras anteriores, denunciadas en octubre de 2023 en una zona muy próxima y también cerca del nacimiento del río Lagares, derivaron de una exhaustiva investigación del Seprona que desembocó en la interposición de una querella por parte de la Fiscalía de Vigo por delito contra el medio ambiente, «en concurso con otro contra la ordenación del territorio, cometido presuntamente por la Comunidad de Montes, su presidente, Luis Rodríguez, y otra serie de implicados».
El caso había provocado asimismo la imposición de una fuerte sanción económica por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural, de 98.000 euros, tras constatar el Seprona que el Lagares, cerca de su nacimiento y aguas arriba de la Lagoa de Mol, «había sido desviado por una máquina excavadora y que numerosos pies de árboles de ribera habían sido arrancados».
El informe del Servicio de Patrimonio Natural de Pontevedra había resuelto finalmente que en el área en cuestión «había una zona de interés comunitario, resultando afectadas también varias especies catalogadas como vulnerables».
La Comunidad de Montes de Santa Marina de Cabral reconoció su responsabilidad en estas obras al abonar otra multa de menor entidad impuesta por Augas de Galicia.
Por su parte, y como informan desde Aveeca, el expediente de Patrimonio Natural, «que obligaba asimismo a reponer el tramo de río afectado a su estado anterior, está aún sin resolver definitivamente».