Es evidente que la Navidad de Vigo tiene sus luces y sus sombras. Por una parte, la enorme repercusión económica que tiene en una gran parte de la ciudad, sobre todo en el sector turístico: hostelería, hospedería, comercio… Y entre las sombras, que también hay que mencionarlas, están las incomodidades que provoca toda la instalación navideña en la población nativa, principalmente en las personas que viven en las zonas más turísticas, que resultan mucho más perjudicadas. Pero la Navidad de Vigo también genera una grandísima carga de trabajo que va más allá de la hostelería y el comercio: nos referimos a los guías turísticos. Ahí los vemos en esta fotografía tomada en la Porta do Sol, realizando los conocidos “free-tours”. Hace pocas décadas nunca se hubiera soñado con que la demanda turística de la ciudad de Vigo llegara a ser tan grande que generara este tipo de puestos de trabajo.