Estos son los colores de un atardecer de diciembre en la playa de Samil, en Vigo. Son colores casi irreales que según la sabiduría de la gente del mar anuncian un día siguiente soleado y caluroso, a pesar de las fechas invernales. Y lo cierto es que en la ciudad de Vigo y su entorno se ha vivido un mes de diciembre con temperaturas inusuales, más propias de primavera. No es de extrañar que algunas personas aprovecharan esas condiciones climatológicas para pasear por unos arenales vacíos de los llenos estivales y que, en marea baja, presentan, como puede verse en la fotografía, unos atardeceres casi indescriptibles. Un lujo que ya quisieran muchas personas de tierra adentro.