Estas últimas semanas se están llevando a cabo reuniones y manifestaciones públicas auspiciadas por la clase política y empresarial encaminadas a reclamar mejores conexiones ferroviarias de Vigo con Madrid y con Portugal. Es evidente que Vigo, la ciudad más importante e industrial del sur de Galicia, carece de unas conexiones ferroviarias necesarias para sus industrias y también para su industria turística, que en los últimos años ha cobrado un destacado protagonismo. La conexión con Portugal es irrenunciable, tanto por la proximidad como por los vínculos históricos que le unen con Galicia, y la conexión directa con Madrid también es necesaria para evitar innecesarios y absurdos rodeos por Santiago. Puestos a decir la verdad, ninguno de los dos grandes partidos se ha molestado en solucionar las cosas cuando han estado en el poder. Por lo tanto, no es el momento de esgrimir las culpabilidades del contrario político porque eso sólo retrasaría las soluciones. Si realmente existe interés en buscar soluciones lo lógico es unir esfuerzos reclamando algo que, a todas luces, es necesario para Vigo e incluso para Galicia. Las guerras deben quedar para otros frentes y otros momentos.