El puerto de Vigo ha sido testigo el pasado domingo de la llegada de un auténtico tesoro marítimo: el Avontuur. Este histórico velero, construido en 1920 en los Países Bajos, ha recorrido océanos y cruzado fronteras durante un siglo, convirtiéndose en un símbolo de la navegación a vela y de la sostenibilidad.
Un pedazo de historia flotante
El Avontuur es mucho más que un simple barco; es un testimonio viviente de la evolución de la navegación. Concebido originalmente como un carguero tradicional, este goleta de dos mástiles ha surcado los océanos transportando diversas mercancías, desde productos agrícolas hasta materiales de construcción. Su robusto casco de acero y su diseño clásico lo han hecho resistir el paso del tiempo y las inclemencias del mar.
A lo largo de su historia, el Avontuur ha experimentado diversas transformaciones y ha cambiado de nombre en varias ocasiones. Sin embargo, es a partir de 1977 cuando recupera su nombre original y se dedica por completo a la navegación a vela, convirtiéndose en uno de los últimos veleros de carga en activo a finales del siglo XX.
En la actualidad, el Avontuur es mucho más que un barco de carga, es un símbolo de la sostenibilidad y un referente en la lucha contra el cambio climático. Bajo la iniciativa Cargo Under Sail, este velero demuestra que es posible transportar mercancías de manera eficiente y respetuosa con el medio ambiente, utilizando la fuerza del viento como principal propulsor.
Un día en la vida a bordo del Avontuur
La tripulación del Avontuur, formada por expertos en navegación y apasionados de la sostenibilidad; una tripulación que trabaja incansablemente para promover un modelo de transporte marítimo más limpio y responsable. Su compromiso con el medio ambiente se refleja en cada uno de sus viajes, y su ejemplo inspira a empresas y organizaciones de todo el mundo a adoptar prácticas más sostenibles.
La vida a bordo del Avontuur es una experiencia única. Los tripulantes, procedentes de diferentes países y con diferentes historias personales, trabajan en equipo para mantener el barco en perfecto estado y garantizar la seguridad de la carga. Sus jornadas suelen comenzar al amanecer, con la izada de las velas y la preparación del barco para navegar. A lo largo del día, los tripulantes realizan tareas como limpiar las cubiertas, reparar las velas, cocinar y mantener los sistemas del barco.
A pesar de la dureza del trabajo, nos dicen que la vida a bordo está llena de satisfacciones, como la sensación de libertad que proporciona la navegación a vela y la oportunidad de conocer lugares remotos y culturas diferentes. Consciente que el Avontuur no solo es un barco, la tripulación cuida ese legado.
La historia del Avontuur y su misión buscan inspirar a nuevas generaciones a cuidar de los océanos y a buscar soluciones sostenibles para los actuales desafíos ambientales. Subir a bordo del Avontuur nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el mar y a comprometernos con un futuro más sostenible.
Nuevos horizontes para el Avontuur
Después de su breve estancia en Vigo, el Avontuur continuará, este jueves, su viaje hacia Tenerife, llevando consigo la esperanza de un futuro más sostenible.