Hace años que la ciudad de Vigo ha dejado de tener pocos restaurantes que valgan la pena, una hostelería que estaba centrada casi en exclusiva en las llamadas casas de comidas, en aquellas tascas y bares de antaño donde sólo se bebía y comía lo de siempre. En la actualidad, Vigo ha alcanzado un nivel hostelero importante y la oferta resulta muy amplia y con precios razonables. Para esta ocasión sirva como ejemplo el Restaurante Aplomo, en el número 73 de la Rúa Zamora. Se trata de un local cada vez más concurrido donde se pueden degustar manjares tan sugerentes como el carpaccio de jurel, las deliciosas croquetas de chocos, unas carrilleras sabrosas y tiernas como la mantequilla, un impresionante arroz con rape y almejas en un punto perfecto, además de una larga lista de opciones culinarias y con unos postres sabrosos que complementan un menú con una excelente calidad de los ingredientes, con una perfecta manufactura y muy buen servicio, de tal modo que todo este conjunto va transmitiéndose boca a boca y ya resulta un éxito indiscutible. Excelente.