Se anuncia la salida desde Madrid, rumbo a Vigo, del Diputado D. Ángel Urzáiz Cuesta, que traerá personalmente el dinero concedido por el Gobierno para pagar las expropiaciones de terrenos, necesarios para dar paso a la nueva calle longitudinal. Se prepara, como es de rigor, una gran serenata para recibirle. Y, pues estos días hemos dedicado algunas crónicas a la luz, daremos fin a la de hoy transcribiendo este comentario poético a las tinieblas, original de un anónimo vate local:
«Los que van de esta ciudad
por las mañanas al tren,
se quejan de que no ven
el camino, y es verdad.
Ante tal oscuridad
todos van haciendo cruces,
pues temen caer de bruces,
y romperse el testamento.
Suplico al Ayuntamiento
que mande encender las luces».
La súplica está en pie, sino por los que van a la estación, por
Los que de sus barrios vienen
por la mañana al trabajo…
25 de diciembre de 1881. Xosé María Álvarez Blázquez. «A Cidade e os Días. Calendario Histórico de Vigo» (Xerais, 2008)