Por Alba García Moreira
Soy una bolita, redonda y granuda y he llegado a una villa que encuentro desnuda.
Paso por un puente, con lazos dorados, preside la orilla de un río soñado.
Me baño en sus aguas, repletas de hiel, espero saber pronto más a vino que a miel.
Unos niños me acechan, me quieren comer, mi chocolate deseado, a ellos daré.
Soy fiesta y alegría, el pueblo me espera, soy la bola dorada que endulza a cualquiera.
Subo caminando, calles empedradas que la historia ha llenado de estrellas punteadas.
Las señoras se afanan al verme pasar, hacen rosquillas almendradas porque es Navidad.
Controlo mis ganas de dejarme llevar, me revuelco por las hojas de un parque ideal.
Trepo por un castillo, de corte medieval y enciendo las luces de toda una ciudad.
La Navidad ha llegado gracias a mí, espero veros pronto en un pueblo sin FIN.
VEN A RIBADAVIA