El sábado 21 de diciembre se ha celebrado en la ciudad de Vigo la llamada “Papanoelada motera”, lo que ya se ha convertido en algo tradicional. Se trata de una multitudinaria manifestación de motos y motocicletas con sus ocupantes vestidos de Papá Noel. Recorren algunas de las principales calles de la ciudad y los participantes lo disfrutan mucho; realmente es algo muy llamativo.
Sin embargo, algunos de los participantes, quizá con ansias desmedidas de protagonismo, y sin ponderar las molestias que ocasionan, van haciendo demostración de la potencia de sus vehículos con fuertes acelerones en vacío. Este ruido de los acelerones se oye muchísimo dentro de las casas, incluso en las que tienen doble ventana, y es preciso informar que las personas enfermas que están en casa o incluso en los hospitales y residencias necesitan el descanso sonoro, sin olvidar los más pequeños, que tienen los oídos más sensibles.
La “Papanoelada motera” está muy bien, cierto, pero debe hacerse de un modo responsable para no molestar más allá de lo necesario, para que el ruido no turbe la tranquilidad de quienes no quieren o no pueden participar en estos actos. Un poco de sentido común.