La fotografía, tomada hace unas semanas en las inmediaciones de la Porta do Sol, de Vigo, muestra un vinilo que ocupa uno de los rincones más icónicos de la ciudad: un anuncio centenario realizado sobre azulejos que hace poco se ha trasladado para su restauración. Después de la restauración anterior, llevada a cabo hace años, y a pesar de la lámina de metacrilato que protegía el conjunto, algunos azulejos se habían vuelto a desprender con el paso del tiempo y era necesaria una nueva restauración que quizá no debiera haberse retrasado tanto. Sea como fuere, la iniciativa es positiva porque la ciudad de Vigo dispone de rincones incomparables y de elementos arquitectónicos que se deben conservar, porque son un auténtico tesoro urbano, propiedad de la ciudad. Lo triste es que ese vinilo que muestra la imagen y que representaba el anuncio original ha aparecido roto. No parece que se haya debido a las inclemencias del tiempo, sino a la obra de personas que no respetan lo que es de todos. Así, con la incultura y la falta de civismo, con el gamberrismo, nunca conseguiremos nada.