La Xunta acaba de licitar el servicio de atención residencial de la residencia de mayores y la del centro de día de alzhéimer de Bembrive por 8,6 millones de euros a repartir entre los años 2025, 2026 y 2027. La nueva licitación del servicio, subraya el pliego, se hará en «condiciones distintas a las actuales» con el objetivo, añade, de «optimizar el servicio público de atención residencial y de atención diurna para personas con alzhéimer».
El contrato actual –con la empresa Serge– está a punto de vencer y la previsión de la Consellería de Política Social e Igualdade es que el nuevo pueda comenzar el 1 de mayo y desarrollarse hasta el 30 de abril de 2027, con posibilidad de una prórroga por periodos máximos de tres años hasta alcanzar un máximo de cinco años, lo que elevaría el presupuesto total por encima de los 24,8 millones de euros, sin contar el IVA.
Así, según el calendario presupuestario, el presupuesto base es de 8.248.708 euros, a los que hay que sumar 340.469 en concepto de IVA. Y este presupuesto se repartiría entre los años 2025 (2,3 millones de euros), 2026 (3,4 millones) y parte de 2027 (1,1 millones).
El contrato, licitado este jueves, incluye la gestión en ambos centros de un total de 150 plazas de atención residencial, 20 plazas atención diurna y 27 de transporte vinculadas al centro de día de alzhéimer. Fue precisamente la «deficiente» atención a estos 150 mayores la que salió a la luz hace ahora un año, cuando la plantilla de la residencia denunció problemas de organización y falta de personal en el centro que impedían «dar la atención adecuada» a los usuarios.
Como ejemplo, señalaban que los usuarios pasaban «horas» en pasillos antes de acceder al comedor o a otras estancias, o que tenían que esperar a ser atendidos para que se les pusiese la ropa adecuada.
También hacían hincapié en la falta de personal, un problema que, apuntaban, se agravaba por las noches, cuando apenas se quedaban en la residencia una enfermera o enfermero y tres gerocultores para atender a todos los usuarios.
Ahora, para intentar resolver este problema, el nuevo contrato exige que se cumpla con el ratio mínimo necesario de empleados en el centro y estipula que, aún cumpliéndolo, el margen de beneficio para la empresa ya es del 4,76 por ciento.
A esta denuncia se añadía otra sobre la alimentación de los usuarios, asegurando al respecto que «las raciones de comida son cada vez más escasas» y que se habían eliminado dietas específicas, como por ejemplo, la dieta para personas con problemas de masticación. En este aspecto concreto, el nuevo pliego subraya que todos los menús deben garantizar el aporte calórico y dietético idóneo, además de tener una presentación apetitosa y que también deben ofrecerse otros menús aparte del general con dietas especiales para las personas usuarias que lo precisen. Asimismo, subraya que «se deberá prestar la ayuda personal a las personas que no puedan comer por sí mismas, utilizando, si es el caso, los medios técnicos precisos».
Las críticas sobre la gestión del centro, situado en la Rúa Monte Arieiro 140, llegaron también al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien señaló en su día que desconocía la situación concreta de esa residencia, pero expresó su convencimiento de que los servicios de Inspección de Política Social «están actuando».
El pliego, de 19 páginas, detalla las condiciones técnicas y de medios personales y materiales que deben ser asumidas y desarrolladas por la empresa que resulte adjudicataria para prestar el servicio en ambos centros. En el mismo, se recuerda que servicio de atención residencial se configura como «un servicio de atención integral, continuada y personalizada, a personas con dependencia, teniendo en cuenta la naturaleza y grado de dependencia, así como la intensidad de cuidados que precisen».