Con las obras de la grada de Gol ya en marcha, desde la pasada semana, faltaba por saber qué empresa se haría con el otro macrocontrato en liza en la ciudad, el de la reforma de la Avenida de Madrid, por 15,76 millones de euros. Al importante proyecto concurrían siete constructoras candidatas: Acciona, Aldesa, Civis Global, Constructora San José, Prace, Copasa y Vilor Infraestructuras. Se presentaron también, a través de uniones temporales de empresas (UTE), Dragados y Petrolam, Ferrovial y Oresa, Oreco y Construccións, Obras e Viais y Citanias y Rogasa.
Al final de la pugna llegaron, con la puntuación más alta la constructora Civis Global, que ha resultado adjudicataria con las obras de los Peiraos do Solpor –por 4,2 millones– y, el año pasado, la segunda fase de la reforma de la Avenida de Galicia, por 4,1 millones de euros.
Por el otro lado, la UTE conformada por la viguesa Oreco Balgón y la pontevedresa COVSA. Así, estas últimas resultaron las mejor puntuadas en la memoria constructiva, mientras que Civis Global lo hizo mejor en el apartado de control de calidad. Restaba por desempatar con la oferta económica, en la que Civis Global ha resultado definitivamente excluida por contener su oferta una baja temeraria, algo de lo que desde el Concello ya se había advertido a la constructora, pero que finalmente no se enmendó.
De hecho, la propuesta de Civis Global rebajaba en más de 2,4 millones de euros el presupuesto base de licitación, fijado en 15.894.233,40 millones de euros (con IVA).
Así, la mesa de contratación reunida el pasado jueves, 30 de enero, ha dado ahora un plazo de diez días a la UTE Oreco-Covsa para que presenten la documentación necesaria para realizar la adjudicación provisional.
Las obras, según la previsión municipal, deberían comenzar en el mes de marzo y se prolongarán durante «unos 20 ó 23 meses, si bien podemos tener algún condicionamiento«, señaló el pasado diciembre el alcalde de Vigo, Abel Caballero. En esa intervención, el regidor recordaba que la obra de un vial tan concurrido entraña no pocas dificultades organizativas en lo que respecta al tráfico, que debe mantenerse con al menos dos carriles por cada sentido en las horas punta para minimizar lo máximo posible su impacto en los conductores que la utilizan.