El Refugio de Animales de A Madroa inaugura una nueva etapa con el regreso de los paseos para perros alojados en sus instalaciones, una actividad que busca mejorar el bienestar de los animales. La medida, anunciada esta mañana por el alcalde Abel Caballero, coincide con un periodo marcado por la polémica gestión del refugio y las preocupaciones sobre la atención brindada a los animales.
Un paso hacia el bienestar animal
El 15 de febrero comenzarán los paseos organizados para los perros del refugio. Según Abel Caballero, esta iniciativa responde a la necesidad de ofrecer una mejor calidad de vida a los animales en A Madroa. «Queremos mejorar la atención a estos animales que están en el refugio y vamos a ampliar un día más los paseos», destacando la importancia de esta medida para el bienestar de los canes.
La actividad busca no solo mejorar la condición física y emocional de los perros, sino también fortalecer el vínculo entre los animales y la comunidad.
¿Cómo convertirse en voluntario?
El programa de paseos está dirigido a aquellas personas que formen parte del voluntariado del Concello de Vigo. Para participar, los interesados deben inscribirse a través de la página oficial del Concello, donde encontrarán los pasos necesarios para unirse a esta iniciativa.
Una vez inscritos, los voluntarios recibirán formación específica para garantizar un trato adecuado y respetuoso hacia los animales. La primera sesión de capacitación tendrá lugar el 19 de febrero y estará orientada a enseñar aspectos fundamentales como técnicas de manejo de los perros durante los paseos, reconocimiento de señales de estrés o malestar en los animales o buenas prácticas para fomentar una relación positiva con los perros.
Esta formación es un elemento clave para asegurar que los paseos se realicen de manera segura, tanto para los voluntarios como para los animales.
Polémicas recientes y privatización del refugio
A pesar de este avance, el refugio no ha escapado a la controversia en los últimos meses. La privatización de su gestión, llevada a cabo en septiembre de 2024, desató críticas desde diversos sectores. La empresa Servigal asumió la administración del centro, generando inquietud entre colectivos animalistas y partidos políticos.
El Partido Popular, el Bloque Nacionalista Galego y diversas asociaciones animalistas expresaron su preocupación por la falta de transparencia en la gestión del centro y, en algunos casos, incluso posibles irregularidades en la aplicación de la eutanasia. La privatización priorizó criterios económicos, lo que despertó dudas sobre si los intereses financieros podrían comprometer el cuidado de los animales.
Todas estas controversias pusieron de manifiesto la necesidad de un cambio en el modelo de gestión y generaron una gran preocupación entre los amantes de los animales. La puesta en marcha del programa de voluntariado es, sin duda, un paso en la dirección correcta, pero aún queda mucho por hacer para recuperar la confianza de la ciudadanía.
Por su parte, la Asociación Protectora de Animales de Vigo, que gestionó el refugio durante décadas, solicitó continuar vinculada al centro para mantener su labor social. A pesar de que desde el gobierno local se les garantizó que podrían seguir realizando parte de su trabajo, dando apoyo a la nueva concesionaria, este acuerdo «verbal» no llegó nunca a materializarse y ahora la entidad afronta el reto de si podrá garantizar o no su propia continuidad.
El impacto en la situación de los animales
Las críticas y las tensiones en torno a la privatización han arrojado una sombra sobre el refugio, afectando la percepción pública y generando un clima de incertidumbre. Sin embargo, iniciativas como los paseos buscan reconducir el debate hacia el bienestar de los animales.
El éxito de estas actividades dependerá de la capacidad de gestión de la empresa adjudicataria y del compromiso de los voluntarios. Además, la transparencia en el manejo del refugio será clave para disipar las dudas y recuperar la confianza de la ciudadanía.
Una oportunidad para el cambio
Los paseos en A Madroa representan un primer paso hacia un modelo más participativo y centrado en los animales. En un contexto complicado, esta medida se convierte en una oportunidad para demostrar que el bienestar animal puede prevalecer incluso ante controversias administrativas.
El tiempo dirá si estas iniciativas son suficientes para garantizar el cuidado integral de los perros del refugio y reconciliar a la ciudadanía con la nueva gestión. Por ahora, A Madroa abre una puerta para que los animales encuentren en el voluntariado y en estos paseos una mejora en su calidad de vida.