Esta es una fotografía de carnaval anterior a la guerra civil española. Es evidente que se trata de un baile de gente acomodada, pues en aquella época semejantes disfraces no eran asequibles para la mayor parte de la ciudadanía. Sin embargo, todas las clases sociales se divertían con las fiestas de disfraces, cada cual a su manera. Después de la guerra, durante la dictadura de Franco, las fiestas de carnaval fueron recuperándose muy lentamente, aunque los disfraces nunca podían tapar la cara. Se trataba de no impedir o dificultar la identificación de la persona. Este hecho que hoy parece absurdo se mantuvo hasta el final del franquismo, en los años setenta del pasado siglo XX, y los bailes de disfraces de las discotecas, por ejemplo, conllevaban la obligación de identificarse a la entrada, quitándose la máscara en caso de llevarla. Mucho han cambiado las cosas porque el carnaval se ha recuperado totalmente, aunque algunos disfraces siguen siendo del mismo tipo, incluso como los de la fotografía.