«Un conselleiro que habla de que las adjudicaciones del Mundial 2030 se hicieron por las influencias que pudieron tener los gobiernos tiene que ser cesado inmediatamente». Así de tajante se ha mostrado este miércoles el alcalde de Vigo, Abel Caballero, al respecto del conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo.
En un audio remitido a los medios de comunicación, el regidor vigués ha hecho referencia de este modo a la carta enviada por Calvo en respuesta a la suya en la que reclamaba a la Xunta que intercediese por la candidatura de Balaídos para el Mundial 2030 y se pusiese de su lado a la hora de exigir a la Real Federación Española de Fútbol, que preside Rafael Louzán, que hiciese públicas las puntuaciones de los diferentes estadios candidatos a albergar como sedes la cita deportiva del Mundial 2030. «Que inste a la Federación a que presente las clasificaciones de todos los estadios que optaron al Mundial para saber qué calificación tuvieron los que quedamos descartados», ha exigido. «Confío en que el señor Rueda sea imparcial y defienda también la sede de Vigo», señalaba este martes Caballero en referencia al presidente gallego, Alfonso Rueda.
Como respuesta, el conselleiro Diego Calvo remitió a su vez otra carta dirigida al alcalde vigués en la que criticaba que éste derivase en la Xunta una cuestión que únicamente dependía de las gestiones realizadas por la Administración local. «Sentimos que las posibles carencias que pudiese tener la propuesta olívica, junto con la ausencia de influencia del gobierno local, no permitiesen que Vigo pasase el corte en base a los requerimientos que establecía la FIFA», indicó Calvo que recordó que la Xunta se comprometió en 2022 a apoyar las candidaturas en el marco de sus competencias, «teniendo en cuenta que los ayuntamientos eran los máximos responsables».
«Lamentamos que, una vez más y como viene siendo ya habitual, de nuevo desde la corporación que dirige se pretenda culpar a otras administraciones de no tener éxito con una iniciativa de la que el Ayuntamiento era el responsable«, manifestaba el conselleiro en su carta, asegurando que, pese a todo, se pondrían en contacto con la RFEF para trasladar la petición de Caballero.
Sin embargo, este miércoles la respuesta del alcalde vigués ha obviado esta última parte y también ha pasado por alto las críticas a las «posibles carencias» de la propuesta enviada desde Vigo a la RFEF. Tan sólo se ha detenido Caballero en la alusión a la «ausencia de influencia política del gobierno local», lo que le ha llevado a exigir «hoy mismo» el cese del conselleiro Diego Calvo.
«Esa frase es intolerable, inadmisible, porque está diciendo que a Vigo no se le adjudica la sede del Mundial por ausencia de influencia», ha señalado Caballero. Al respecto, insistió que la carta de Calvo da a entender «que las sedes se adjudicaron por las influencias que los gobiernos de las ciudades pudieron tener» cuando, ha recordado, «la selección de las sedes vino precedida de una convocatoria pública con unas bases y las candidaturas presentadas tendrían que haber sido seleccionadas en base a los méritos y la evaluación de los méritos de acuerdo con los criterios de las bases».
A este respecto, recalcó que Vigo «presentó un proyecto sólido y bueno» así que repitió que su demanda es que se hagan públicas las listas con las puntuaciones de las diferentes sedes en base a sus diferentes candidaturas. «Queremos transparencia y publicidad», dijo.
«Tiene que haber una valoración objetiva de acuerdo con las bases de las convocatorias y no con las influencias que pueda tener cada gobierno local de cada una de las ciudades», ha espetado. «Eso significa subjetividad, aleatoriedad y seguramente algo mucho más grave», ha insistido Caballero, que ha exigido por todo ello el cese «inmediato» del señor Calvo por «plantear que Vigo no fue aceptada por su ausencia de influencia».
«Un conselleiro que habla de que las adjudicaciones del Mundial se hicieron por las influencias que pudieron tener los gobiernos tiene que ser cesado inmediatamente», ha insistido para, acto seguido, acusar a Calvo de estar «yendo en contra de Vigo de una forma inadmisible con esa afirmación de que las adjudicaciones se hicieron por ausencia de influencia».
«La influencia no es un criterio en la valoración de las sedes del Mundial», ha concluido.