Un menú exclusivo y postres no menos exquisitos para bodas y eventos que se organicen en varios Pazos de toda Galicia. Es la alianza a la que ha llegado uno de los mejores restaurantes japoneses de Vigo, Rokuseki, con el chef Michelin, Pepe Solla, a través del catering y eventos Solla, la empresa matriz sobre la que gira la tercera generación de la saga familiar de Poio dedicada a la hostelería y a la gastronomía de autor.
Pero la unión que ya comparten estos dos referentes culinarios tiene unos dulces protagonistas de excepción. Y es que más allá de las delicias gastronómicas que ambos restaurantes tienen por separado, la alianza llega de la mano de los suculentos postres del restaurante japonés que, bajo la figura de ‘trampantojos’, hacen salivar a todos los comensales que en alguna ocasión han tenido la oportunidad de probarlos.
Para ello, los responsables de Rokuseki han creado ‘Chaya’, su nuevo obrador y proyecto profesional más ambicioso para lanzar sus dulces y llegar a un público mayor -por ahora- a través de las bodas y eventos que el chef Pepe Solla oferta en Invernadero del Pazo (Bueu), Bodegas Lagar de Pintos (Ribadumia), Pazo el Castriño (Vilagarcía), Palacio de la Oliva (Vigo) o Pazo Pegullal (Salceda de Caselas).
Así, todas las parejas que contraten el catering y el menú de su día más especial con la Estrella Michelin, podrán tener la posibilidad de degustar los exquisitos postres que, por ahora, solamente se pueden disfrutar en el local que Rokuseki tiene en la calle Canceleiro de Vigo.
Lo cierto es que, como bien confirmaron Natsumi Tomita y Felipe Fernández -la pareja creadora y artífice del restaurante japonés-, llevan trabajando en esta unión desde el pasado año pero, este verano, darán un paso más gracias al nuevo espacio profesionalizado con el que ya cuentan -también- en la propia calle Canceleiro, donde se han instalado en un local de 170 metros cuadrados que quieren dedicar a la creación culinaria de los dulces gastronómicos así como a formaciones específicas y colaboraciones con otros chefs y restaurantes de la ciudad.
Su primera intención era seguir creciendo en solitario centrándose en las creaciones de los dulces porque a Felipe «le encanta hacer postres» pero, para ello, necesitaban un espacio acorde a su idea inicial: obrador y pequeña barra de atención al público.
Sin embargo, una vez conseguido el local y poco antes de empezar la obra, el catering de Pepe Solla les contactó para ofrecerles esta posibilidad de colaborar en sus eventos con sus apetitosos postres. «Justo antes de empezar, el hermano de Pepe, Suso Solla, y otro socio nos ofreció el catering para servir los postres», precisa Natsumi.
De este modo, sus ‘trampantojos’ más conocidos como son Tamago -fruta de la pasión y pasta kataifi- en forma de huevo; Grano de affogato -cremoso de café y cobertura de chocolate al 54%- en forma de café-cacao; Yo-nashi -vainilla de Madagascar y toffe de pera- haciendo la forma de una pera y, por último, Yuzu -cremoso de yuzu y cobertura de chocolate blanco- simulando un limón, ya forman parte de las degustaciones que ofrecieron al chef Michelin, dando también la opción de incorporar el resto de su carta de postres, con el ‘cheese cake’ o la haba de cacao.
Pero no se quedarán ahí puesto que ya trabajan en nuevas creaciones para sorprender a los paladares más distinguidos. «Ahora están decidiendo», explica Natsumi sobre las pruebas que ya han hecho con Pepe Solla para mostrarles sus creaciones a las parejas de novios y que se puedan incorporar al menú de las bodas y eventos del chef Michelin.
De hecho, ya tienen ocho nuevas ideas culinarias que se centran en productos frescos y naturales como la lima, piña, avellana, albaricoque o frutos rojos, entre otros. En estos casos, estos postres no están incluidos en la tradicional carta de Rokuseki pero ya los ofrecen para las bodas y eventos del catering de Pepe Solla.
No son las típicas tartas de boda
Así, la particularidad y creatividad de sus ‘trampantojos’ así como sus sabores y mezcla de productos es lo que más llamó la atención de Solla para llevar a cabo esta colaboración gastronómica ya que «estaban cansados de los postres tradicionales», señala esta joven japonesa que ya lleva 17 años viviendo en España.
Y es que no se trata de las típicas tartas de boda si no que buscan un plus de originalidad y sabores exclusivos que no pasan indiferentes a nadie. «Después de probar el huevo o el limón la gente se sorprende y el ‘ohhh’ que provoca, nos encanta», dice.
Eso sí, de momento se centran en el postre individual o ‘petit four’ así como chocolate bombón dejando de lado el tamaño grande de las típicas tartas de boda que habitualmente se elaboran para el corte nupcial.
Más colaboraciones para profesionales
Así, y tras esta colaboración, ‘Chaya’ nace como un proyecto para profesionales donde, en principio, no se ceñirán solo al catering de Casa Solla. Ya reciben ideas y consultas de varios restaurantes de la ciudad y del área para colaboraciones similares pero, por ahora, lo más definido lo tienen con el chef Michelin.
«Ya tenemos abierto el obrador y estamos trabajando y recibiendo cursos», cuenta Natsumi, poniendo como ejemplo la formación que tuvieron hace tan solo unas semanas con el maestro pastelero Alexis García o la colaboración que realizaron por San Valentín con La Martinesa. «Estamos recibiendo ofertas de restaurantes pero no hemos trabajado todavía. Nos solicitan y vamos poco a poco», explica sobre las posibilidades que se le abren ante el panorama gastronómico de Vigo. «No podemos hacerlo todo a la vez. En el futuro si sale bien y encaja, intentaremos trabajar con más restaurantes», detalla Natsumi.
Eso sí, por ahora lo que descartan es abrir al público su nuevo local de postres, dejando esa idea inicial de lado para centrarse en estas colaboraciones profesionales. Aunque ya avanzan que si las opciones del catering «no funcionan» entonces sí que optarán por realizar una apertura oficial con zona de venta, obrador y oficinas. «Si no funciona abriremos al público con vitrinas y pocas mesas», matiza.
En expansión desde el año 2017
Lo cierto es que la expansión y el crecimiento de Rokuseki desde que se implantaron en Vigo ha sido todo un éxito. Nacieron en el año 2017 en el mercado de O Progreso pero un par de años después se tuvieron que mudar a su actual local en el entorno de la calle Rosalía de Castro, donde llegaron a la plenitud con una oferta gastronómica de ‘kobe beef’ única en Galicia.
El restaurante japonés donde se disfruta de la auténtica experiencia Yakiniku o, lo que es lo mismo, la barbacoa japonesa, los convirtió en el primer restaurante de Galicia con estas características.
Y todo gracias a esta pareja conformada por Natsumi (43 años) y Felipe (48) que se conocieron en Barcelona por amigos en común pero que decidieron emprender su vida juntos en Vigo -hace ya 8 años- alrededor de un proyecto empresarial que, a día de hoy, es un gran éxito gastronómico en la ciudad de Vigo.
Ella de Japón y el de Ourense, se especializaron en la barbacoa y parrilla japonesa ofreciendo un exclusivo menú que, con el paso de los años, fue ganando más y más popularidad por el producto que ofrecen, lo que les llevó a convertirse, en el año 2021, en el primer restaurante de Galicia y el quinto de España en servir ‘kobe beef’ certificado, sumándose así a los 150 restaurantes de fuera de Japón que están verdaderamente certificados por la Kobe Beef Association, con licencia para vender buey de kobe.
Con todo, sus inicios en el antiguo mercado de O Progreso con una barra y tan solo seis asientos -«por eso se llama Rokuseki», relata Natsumi-, pero con la filosofía nipona por bandera les llevaron a aumentar sus puestos y a crecer hasta tener que cambiar de local y abrir en el número 24 de la calle Canceleiro.
Ahora, su pasión por los postres y lo que provoca en sus comensales ha hecho que creen ‘Chaya’: su nuevo proyecto profesional que gira sobre otra de sus especialidades únicas y más dulces: sus ‘trampantojos’.
Y aunque en un primer momento querían montar un lugar para degustar los postres alrededor del concepto de cafetería, vinoteca o coctelería -de ahí el nombre de ‘Chaya’, que significa casa de té-, la colaboración con Solla y «empezar a vender los postres para eventos» hizo girar el objetivo último, al menos, de momento.