Apenas cuatro horas antes de que los trenes de Renfe y Adif detuvieran sus servicios en toda España, los sindicatos mayoritarios han decidido desconvocar la huelga prevista para este lunes. Tras una intensa negociación con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y el Govern de Cataluña, se ha alcanzado un acuerdo que pone fin a un conflicto laboral que amenazaba con paralizar el transporte ferroviario durante siete jornadas. La resolución, lograda en el último suspiro, garantiza la continuidad del servicio y ofrece tranquilidad a millones de usuarios.
El pacto, del que solo se ha descolgado el sindicato CGT, asegura que Rodalies, el servicio de Cercanías en Cataluña, no se desligará del Grupo Renfe por el momento. Este punto, clave en las reivindicaciones sindicales, ha sido el eje central de las conversaciones que culminaron este domingo tras casi cinco horas de diálogo. Según fuentes cercanas a la negociación, el compromiso alcanzado satisface tanto las demandas de los trabajadores como las necesidades operativas del sistema ferroviario público.
Rodalies se mantiene en Renfe
Uno de los aspectos más destacados del acuerdo es la creación de una empresa mixta que operará la red de Cercanías catalana. Esta nueva entidad, aunque contará con participación del Govern catalán, mantendrá una mayoría accionarial estatal bajo el paraguas del Grupo Renfe. Así lo ha confirmado el Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios (Semaf) en un comunicado oficial, en el que subraya que tanto Renfe como Adif seguirán gestionando y administrando los servicios en Cataluña.
Además, Semaf ha destacado que esta filial aplicará el Convenio Colectivo del Grupo Renfe, junto con el Acuerdo de Garantías y todos los compromisos laborales vigentes. Este punto resulta crucial para los sindicatos, que temían una fragmentación de las condiciones laborales de los empleados en caso de un traspaso completo a la Generalitat. La continuidad de estos derechos sociolaborales ha sido un factor determinante para que organizaciones como Semaf, CC OO, UGT, SF-I y SCF dieran su visto bueno al pacto.
Siete días de paro que no serán realidad
La huelga, convocada inicialmente por los Comités Generales de Empresa de Renfe y Adif, estaba programada para los días 17, 19, 24, 26 y 28 de marzo, así como el 1 y 3 de abril. Los sindicatos, que agrupan a miles de trabajadores del sector ferroviario, habían alzado la voz contra lo que consideraban un incumplimiento de los acuerdos alcanzados en 2023, tanto en relación con Rodalies como con Renfe Mercancías. Entre sus críticas figuraba la supuesta intención del Ministerio de facilitar una “privatización encubierta” mediante la entrada de la compañía logística MSC en el sector de mercancías, así como el deterioro progresivo de esta división pública.
El acuerdo alcanzado este domingo disipa, al menos temporalmente, estas tensiones. Según una nota conjunta del Ministerio de Transportes y el Departament de Territori de la Generalitat, las partes han logrado “aunar la legítima defensa de los derechos de las plantillas con la prestación del servicio público ferroviario”. Desde el lunes, los servicios operarán “con casi la total normalidad”, aunque la exclusión de CGT del pacto podría generar ciertas incidencias puntuales, según han advertido fuentes sindicales.
Una solución transitoria
El compromiso sellado no implica el fin definitivo del debate sobre el traspaso de Rodalies. La creación de una filial bajo el control mayoritario de Renfe se presenta como una medida transitoria, mientras se define el marco jurídico y operativo que permita cumplir con los acuerdos políticos de 2023 entre el Gobierno central y la Generalitat. Estos pactos, que inicialmente preveían un mayor protagonismo autonómico en la gestión de Cercanías, han sido reinterpretados para preservar la integridad del Grupo Renfe, al menos en esta primera fase.
La ausencia de CGT, que ha denunciado la falta de un debate más amplio con la plantilla, podría mantener viva la chispa de la discordia en el futuro. Por ahora, los viajeros respiran aliviados ante la cancelación de una huelga que habría afectado a cerca de 1.400 trenes solo en sus primeras cinco jornadas.