El Ayuntamiento de Vigo acaba de licitar la prestación del servicio para la prevención y control de la legionela en los colegios públicos y escuelas municipales dependientes del Consistorio vigués en un total de 61 inmuebles municipales con el objetivo de prevenir el riesgo de propagación de esta bacteria que se transmite a través del aire en ambientes húmedos.
Así, con un importe de 184.222,5 euros, el anuncio de licitación ha salido este mismo lunes, 17 de marzo, a la luz fijándose el plazo de presentación de ofertas hasta el 1 de abril.
Además, los licitadores que así lo deseen tienen la posibilidad de visitar las instalaciones de los centros educativos que están incluidos en el objeto del contrato, ofreciendo desde el departamento de Educación del 18 al 24 de este mes como posibles fechas para la realización de dichas visitas.
Con todo, Vigo acciona así una nueva contratación que tendrá un periodo de ejecución de tres años a contar desde el 1 de mayo de este año, fecha en la que se prevé el inicio del plazo de ejecución del servicio para luchar contra la legionela, una de las bacterias que causa la legionelosis y que se difunde especialmente por el agua y el uso de nebulizadores.
De hecho, así se fija en el propio expediente del contrato publicado este lunes, donde se establecen las instalaciones de riesgo de propagación de la legionelosis, detallando los sistemas de agua caliente sanitaria (AQS), donde incluyen la red de distribución, acumuladores, depósitos y puntos terminales; los sistemas de agua fría de consumo humano (AFC), incluyendo la red de distribución, aljibes, depósitos y puntos terminales así como los sistemas de protección contra incendios.
Es aquí donde centrarán los esfuerzos para evitar, vigilar y controlar los posibles casos de legionela que puedan existir en las dependencias municipales especiales al tratarse de niños y niñas.
Y es que el pliego precisa específicamente el listado de centros donde se accionará este servicio, estando incluidos todos los centros educativos públicos de educación infantil y primaria de Vigo así como las escuelas artísticas de teatro y música así como el CEE Saladino Cortizo.
Es decir, un total de 61 inmuebles donde se pretende que «reúnan las idóneas condiciones de salubridad», siguiendo para ello lo establecido en el protocolo del Real Decreto 487/2022, de 21 de junio, por el que se establecen los requisitos sanitarios para la prevención y control de esta bacteria.
Así, la empresa que resulte adjudicataria deberá presentar un programa de mantenimiento y revisión y otro de tratamiento de instalaciones y equipos en el que se concretarán las prestaciones del servicio a realizar en cada centro de forma anual, las instalaciones sobre las que se actuará así como la frecuencia de las tareas.
De hecho, en el propio pliego ya se especifican algunas de las prestaciones que tendrán que realizarse y que tendrán como guía el Real Decreto, donde se define «pormenorizadamente» la gestión integral para la prevención y control de la legionela, por lo que, como matizan, las acciones pasarán por llevar a cabo todas las tareas de control, limpieza y desinfección en las instalaciones de los edificios.
Y entre ellas, se detalla a modo orientativo las principales tareas a desarrollar por el contratista y que pasan por realizar analíticas microbiólógicas con la frecuencia establecida; limpieza y desinfección de todo el sistema de la red de agua fría y caliente de consumo humano hasta los puntos terminales (tuberías, depósitos, aljibes, equipos de cloración, etc.; la limpieza y desinfección de todo el sistema de agua calienta sanitaria; la medición de los niveles de cloro libre residual o combinado o el control del sistema de protección contra incendios así como trabajos de asesoría para realizar mejoras o la revisión y actualizaciones necesarias en los actuales Planes de Prevención y Control de Legionela (PPCL) existentes en cada centro educativo.
¿Y si se detectan casos de legionela?
El pliego del contrato también establece las obligaciones del contratista si se detectan casos de legionela. Así, el contratista estaría obligado, en coordinación con las autoridades sanitarias, a realizar en el plazo más breve posible e inferior a dos horas, la limpieza y desinfección de las instalaciones afectadas.
Y después de la desinfección tendrá que realizar todas las analíticas necesarias hasta que los resultados sean negativos, aplicando así el procedimiento previamente establecido para este tipo de situaciones.