El puerto de Vigo vive desde hace meses una situación insólita con la presencia del Grande Napoli, un carguero italiano de 196 metros de eslora perteneciente a la naviera Grimaldi Lines, que ha convertido el Muelle de Trasatlánticos en su hogar improvisado. Este gigante del transporte de carga rodada, varado desde octubre de 2024 debido a una avería en su motor, sigue sin abandonar las aguas viguesas, a pesar de las expectativas de partida que han mantenido en vilo a la ciudad.
La esperada partida del buque Grande Napoli estaba inicialmente programada para ayer pero se ha visto postergada debido a la necesidad de realizar pruebas técnicas adicionales. Hoy, 26 de marzo, comparte protagonismo en el muelle con el imponente crucero Sky Princess, una insólita estampa que pone de relieve la intromisión de este buque Ro-Ro en una zona, a priori, destinada al turismo.
La historia del Grande Napoli en Vigo comenzó como una parada técnica tras un fallo mecánico en su travesía entre Inglaterra y Portugal. Lo que parecía una estancia breve se ha prolongado durante casi cinco meses, marcada por retrasos en la entrega de repuestos y una opacidad informativa que ha alimentado especulaciones entre los vigueses. El consignatario del buque ha confirmado a este medio que hoy se intentarán realizar las pruebas de mar, un paso crucial para evaluar si el carguero está en condiciones de navegar. Sin embargo, la cautela en sus palabras («se intentará») refleja la incertidumbre que sigue rodeando a este coloso de acero.
Hermetismo por parte de Grimaldi Lines
Las autoridades portuarias, por su parte, han mantenido una postura discreta, limitándose a confirmar que las reparaciones están en marcha. Por su parte el consignatario del Grande Napoli han confirmado a este medio que la intención es realizar hoy, miércoles 26 de marzo, las pruebas de mar necesarias para verificar el estado del buque tras meses de trabajos de reparación. «Se intentará que hoy supere las pruebas, pero no podemos garantizarlo al cien por cien», han precisado, subrayando la cautela que rodea el proceso. De superarse esta fase con éxito, el barco podría cargar mercancías mañana jueves y, posiblemente, zarpar rumbo a un destino que sigue sin revelarse. Este hermetismo por parte de Grimaldi Lines ha alimentado las conjeturas sobre el futuro inmediato del carguero.
La demora en las reparaciones, atribuida en un principio a la falta de repuestos para el motor, ha puesto en entredicho la capacidad de respuesta de la naviera y ha generado preguntas sobre la magnitud real de los problemas técnicos.
El Sky Princess irrumpe en la escena
Mientras el Grande Napoli lucha por recuperar su operatividad, el puerto de Vigo da la bienvenida al Sky Princess, un crucero de lujo que atracó esta mañana en el Muelle de Trasatlánticos. Con capacidad para más de 3.600 pasajeros, este trasatlántico de la naviera Princess Cruises trae consigo una oleada de turistas que revitalizan la actividad económica de la ciudad. Su presencia, sin embargo, resalta aún más la anomalía del carguero italiano, un intruso en un espacio tradicionalmente asociado al turismo marítimo y no al transporte de mercancías.
La coexistencia de ambos gigantes en el muelle no es solo un espectáculo visual, sino también un desafío para las autoridades portuarias. El Sky Princess, con su estampa majestuosa y su itinerario ajustado, contrasta con la inmovilidad del Grande Napoli, que ha obligado en ocasiones a reubicaciones temporales para dar cabida a otros cruceros. Este martes, ambos buques comparten el escenario, ofreciendo una postal singular que mezcla el glamour del turismo con la rudeza de la industria naval.
Un intruso en el Muelle de Trasatlánticos
La ubicación del Grande Napoli no ha pasado desapercibida para los habitantes de Vigo. Atracado en el Muelle de Trasatlánticos, una zona tradicionalmente reservada para cruceros de pasajeros que refuerzan la imagen turística de la ciudad, el buque contrasta con el entorno. Durante estos meses, su presencia ha coincidido con la llegada de trasatlánticos como el Ambience o el Aurora, obligando a reubicaciones temporales que han avivado el debate entre hosteleros y ciudadanos. Para muchos, este carguero de carga rodada, diseñado para transportar vehículos y mercancías, desentona en un espacio concebido para proyectar la cara más cosmopolita de Vigo.
Hosteleros y comerciantes, especialmente aquellos que dependen del flujo turístico en el entorno del puerto, han expresado su malestar por la presencia de un buque que consideran fuera de lugar. «Es un estorbo visual en una zona clave para la imagen de la ciudad», señala un hostelero local que prefiere mantener el anonimato.
Un desenlace aún incierto
A medida que pasan las horas, la atención se centra en las pruebas de mar previstas para este miércoles. Si el buque supera esta etapa, el jueves podría marcar el fin de una saga que ha mantenido en vilo a la ciudad. Sin embargo, la cautela del consignatario y el silencio de Grimaldi Lines invitan a la prudencia. ¿Será este el capítulo final de la odisea del Grande Napoli en Vigo, o habrá más giros en esta historia marítima?