Esta esquina de la ciudad de Vigo está ubicada entre la Rúa Príncipe y la confluencia de la Rúa Colón y la Rúa Urzaiz, en lo que se conoce como “Plaza de la Farola”. Hace muchos años, en el bajo de ese edificio que ahora ocupa Bankinter, estaba la tienda de ultramarinos Ricardo Costas. Uno de los hijos de los propietarios fue un destacado futbolista del Celta de Vigo que luego terminó de modo brillante su carrera deportiva en el Club Barcelona.
A la izquierda de la imagen se puede ver el actual Museo de Arte Contemporáneo (MARCO), inaugurado en el año 2002. Ocupa un edificio que originalmente fue construido en el siglo XIX para ser destinado a juzgado y también a cárcel de triste recuerdo en tiempos del franquismo, con numerosas historias vinculadas con la represión política y con fraudes como el caso REACE. En los años noventa del pasado siglo XX el Concello de Vigo pretendía derribar ese gran edificio para hacer una plaza arbolada en el centro de la ciudad, sin embargo, gracias a la fuerte oposición vecinal y a los arquitectos Álvaro Siza y Javier Sáez de Oiza, la Xunta de Galicia decidió declararlo Bien de Interés Cultural y se procedió a la elaboración de un proyecto para su recuperación, tarea que fue encomendada a los arquitectos Manuel Portolés, Salvador Fraga y Francisco Javier García-Quijada, para dedicarlo al museo que actualmente está abierto al público, conservando la estructura original.
A la derecha de la fotografía puede observarse la entrada del actual aparcamiento subterráneo que abarca una parte de la Rúa Urzaiz y una parte de la Rúa Colón. En ese mismo lugar, hasta la construcción del aparcamiento, existían unos urinarios públicos —-para hombres y para mujeres—- a los que se accedía bajando por unas escaleras.
A uno de los lados del MARCO está actualmente la Rúa Londres, dedicada a la ciudad inglesa donde a su vez existe una céntrica calle dedicada a la ciudad de Vigo —-“Vigo Street”—-, en recuerdo de la batalla de Rande (año 1702), que en el extranjero es conocida como la Batalla de Vigo y que ganaron los ingleses, luchando por un enorme tesoro que venía de las indias. Hasta la construcción del museo la calle Londres no existía. Su espacio estaba ocupado por la conocida cafetería Flamingo, cuya terraza acristalada tapaba parte de la fachada principal del edificio. La cafetería era muy conocida por su céntrica ubicación y por sus actuaciones musicales en directo. Frente a ella estaban los estudios de Radio Vigo y establecimientos comerciales muy conocidos, como era el caso de la camisería Industrial Viguesa, la confitería Las Colonias, la zapatería Layton, la juguetería Moya, la papelería Barrientos, la zapatería Cruces, y la zapatería infantil Chavalín, entre otros.
En los años cincuenta, sesenta e incluso setenta del pasado siglo XX, frente a la escaleras de entrada de edificio del MARCO estaban algunos fotógrafos callejeros que paseaban pacientemente con sus cámaras colgadas del cuello y que se ganaban la vida haciendo fotografías por encargo. Muchas familias viguesas todavía tendrán algunas de aquellas fotografías en sus álbumes familiares.