Por Jorge Barrio
Hay experiencias que te marcan para siempre. Que se convierten en una parte esencial de tu historia personal y profesional. Para mí, una de ellas fue mi paso por Vigoé, un medio que hoy celebra una década de vida informando con rigor, compromiso y pasión a toda una ciudad.
Recuerdo aquellos días con enorme cariño. No solo por todo lo que aprendí, que fue mucho, sino por las personas con las que compartí el camino. Tonino, Nuria, David, Sonia.… compañeros de trabajo, sí, pero sobre todo cómplices de una etapa en la que nos dejamos la piel para sacar adelante un medio en el que creíamos profundamente. Con ellos descubrí el valor del trabajo en equipo, de la confianza mutua y de ese espíritu de resistencia que tantas veces necesita el periodismo local para sobrevivir y brillar.
Vigoé fue para mí una escuela, un espacio de libertad creativa, de cercanía con la ciudad y con sus gentes. Me enseñó a mirar Vigo con otros ojos, a entender mejor sus ritmos, sus voces, sus necesidades. Y me regaló una red de afectos que todavía hoy conservo.
Por eso, hoy solo puedo decir: gracias. Gracias por contar conmigo. Gracias por seguir ahí, contando lo que pasa con honestidad y compromiso. Y gracias por demostrar, día a día, que el buen periodismo local es más necesario que nunca.
¡Felicidades, Vigoé, por estos 10 años! Que vengan muchos más.