Ayer, 27 de marzo, la ciudad de Vigo fue testigo de una nueva e intensa jornada protagonizada por el carguero Grande Napoli. A las 10:10 de la mañana, el buque abandonó su atraque en el Muelle de Transatlánticos, escoltado por los remolcadores Helechosa y Pilot Two. Desde las primeras horas del día, el movimiento en torno al barco había sido incesante, marcando el inicio de una serie de maniobras que captaron la atención de quienes transitaban por la zona portuaria.
Un día de preparativos y movimiento
La actividad comenzó temprano, con el cierre de las rampas del Grande Napoli y el encendido de sus antenas de radar y comunicación, señales claras de que el buque se preparaba para zarpar. Sin embargo, no fue hasta las 10:10 cuando el barco inició su desplazamiento, deslizándose lentamente desde el muelle bajo la guía de los remolcadores. Este momento marcó el comienzo de una jornada que mantendría al Grande Napoli en el foco de la actividad marítima de Vigo.
A las 11:07, el carguero dejó atrás la Ría de Vigo para adentrarse en el océano y dar inicio a sus pruebas de mar. Estas maniobras lo llevaron hasta las proximidades de la costa de Baiona, donde el buque puso a prueba sus sistemas y capacidades. Durante varias horas, el Grande Napoli navegó frente a la mirada de quienes, desde tierra, seguían su trayecto con curiosidad.
Un regreso “inesperado”
Tras completar sus pruebas, el buque emprendió el retorno a Vigo a las 18:00 horas. Sin embargo, su llegada trajo consigo una sorpresa: en lugar de regresar al Muelle de Transatlánticos, donde había permanecido atracado estos cinco meses, el Grande Napoli se dirigió al Muelle de Bouzas. A las 19:45 horas (aproximadamente), el carguero quedó amarrado en este nuevo emplazamiento, cerrando así un día lleno de actividad.
Un adiós programado
Superadas las pruebas de mar, el Grande Napoli se prepara ahora para partir definitivamente de Vigo. Su salida está programada para mañana, 29 de marzo, a las 14:00 horas. Todo parece indicar que este será el capítulo final de la estancia del carguero en la ciudad, aunque, como ha demostrado su historia reciente, nada puede darse por sentado cuando se trata de este inquieto visitante.
Con su partida, Vigo se despide de este incómodo huésped que, durante su estancia, ha dejado una huella de misterio e incomodidad en la ciudad.. Mañana, cuando leve anclas a las 14:00 horas, la Ría de Vigo verá partir a este coloso, cerrando una visita que no pasó desapercibida. Solo el tiempo dirá si este adiós es definitivo o si el Grande Napoli tiene aún más sorpresas reservadas para el futuro.