La Rúa Colón era la calle comercial más importante de la ciudad de Vigo en los años cuarenta, cincuenta y sesenta del pasado siglo XX. Todavía estaba lejos la llegada de El Corte Inglés y el pequeño comercio –y alguno que no era tan pequeño– triunfaba y se mantenía perfectamente. La calle comenzó a coger impulso comercial al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchas personas huían del horror con lo puesto y compraban ropa y objetos antes de embarcar para lugares distantes. Contaban antiguos empleados de esos establecimientos que los huidos iban con lo puesto, además del miedo y las prisas, y que llevaban el dinero escondido en las bastillas de los vestidos, los pantalones y las chaquetas. Eran los tiempos de comercios como Vigobazar, Blancazul, Ropal y Gladys, entre otros. En los años setenta la firma Cividanes decidió abrir unas galerías, sin embargo, la inauguración coincidió con la apertura de El Corte Inglés y ese fue el principio del final de una cadena mítica del comercio vigués, antes de que Amancio Ortega comenzara su exitosa carrera.