En la ciudad de Vigo existen interesantes cruceiros, unos monumentos de carácter religioso que están generalmente ubicados en el cruce de los caminos. Sin embargo, algunos de ellos pasan casi inadvertidos. Este es el caso del que muestra la fotografía, tomada en la carretera de Miraflores, en el barrio de Sárdoma, concretamente en la confluencia de la Estrada Miraflores-Sárdoma con el Camiño Carreiros. Se trata del llamado Cruceiro de Miraflores, también conocido como Cruceiro da Laxe, una obra pétrea muy interesante que todavía conserva parte de su policromía. Ese cruce y las vías de tráfico que confluyen en él son muy estrechas y resultan muy incómodas para el tráfico rodado y mucho más para los viandantes. En estas circunstancias el cruceiro pasa casi inadvertido porque las personas que van conduciendo se ven obligadas a prestar atención al propio cruce, y en algunas ocasiones incluso ha habido algún desperfecto provocado por algún vehículo, lo cual justifica la presencia de bolardos de protección. Este cruceiro es una pieza que vale la pena visitar con detenimiento, aunque eso requiera ir a pie y con precaución, pero el camino compensa porque también se pueden visitar los petroglifos de A Laxe y la iglesia de San Pedro de Sárdoma, del siglo XVIII.