Las Cíes son la principal barrera de defensa de la ría de Vigo. Desde hace siglos frenan los temporales que azotan la costa gallega. Así se han convertido en el principal refugio de marinos a lo largo de los siglos. Su escarpada costa oeste detiene el viento y el mar que castiga de forma permanente a todo el litoral.
Lo saben los marineros de las Rías Baixas y los capitanes que recorren todos los mares. Cuando las cosas se ponen feas, la ría de Vigo siempre está ahí. Este fin de semana lo demostraron los tres cruceros que buscaron amparo en las aguas tranquilas viguesas.
Y el mejor ejemplo se puede comprobar en dos vídeos realizados este mismo sábado, 19 de abril, en el archipiélago vigués del Parque Nacional Illas Atlánticas. Los vientos llegaron a marcar rachas de 100 kilómetros por hora en las Cíes. Las olas alcanzaron los ocho metros y rompieron con toda su furia contra los acantilados.
Al otro lado, en la cara este de las Cíes, la playa de Rodas mostraba un remanso de paz. Al amparo de sus montes, los arenales apenas notaban el temporal que se desataba apenas unos metros más allá. Los guardas del Parque Nacional dejaron testimonio de ello con estos dos vídeos que no pueden ser más elocuentes.