Este lunes, 21 de abril, la calle Príncipe se convirtió una vez más en el escenario de un concierto espontáneo que tuvo como protagonista al chef Pepe Solla. Acompañado por el músico Rodrigo Valiente, el cocinero gallego, galardonado con dos estrellas Michelin, dejó a un lado los fogones para tomar su guitarra y ofrecer una actuación improvisada frente al Museo MARCO. Esta no es la primera vez que Solla sorprende a los viandantes con su talento musical, una faceta que combina con su prestigio culinario.
Un concierto sorpresa en el corazón de Vigo
Sobre las 17:00 de la tarde, la céntrica calle Príncipe, una de las arterias comerciales más concurridas de Vigo, se llenó de ritmo y aplausos. Frente al Museo MARCO, Pepe Solla y Rodrigo Valiente captaron la atención de decenas de transeúntes con un repertorio que incluyó temas conocidos y melodías pop que resonaron ante el público que se detenía en su trayecto para disfrutar de la música. La actuación, que aprovechó una tregua en las lluvias de los últimos días, transformó el bullicio habitual de la calle en un momento de conexión y disfrute colectivo.
No es la primera vez que Solla elige este escenario urbano. A principios de abril, ya había sorprendido a los vigueses con una actuación similar en la misma calle, también junto a Valiente. Ayer, la química entre ambos músicos volvió a brillar, ofreciendo un espectáculo que mezcló espontaneidad y calidad. Los espectadores, desde familias hasta turistas, no dudaron en detenerse, grabar con sus móviles y aplaudir a la improvisaba banda, que convirtió un lunes cualquiera en una experiencia inusual.
De los fogones al escenario
Pepe Solla, chef del emblemático restaurante Casa Solla en Poio, es un nombre sinónimo de excelencia gastronómica. Con dos estrellas Michelin y tres Soles Repsol, su trayectoria en la cocina lo ha posicionado como uno de los referentes de la alta cocina gallega. Sin embargo, su pasión por la música no es menos conocida. Solla, que no oculta su amor por los acordes, ha encontrado en la guitarra una vía para expresar su creatividad más allá de los platos.
“No es algo nuevo, me mola la música y de vez en cuando salgo a tocar”, explicó el chef tras su actuación, según recogieron algunos medios locales. Esta inclinación lo ha llevado a subirse a escenarios de festivales como PortAmérica o el Náutico de San Vicente, donde ha compartido su talento con artistas consolidados como Xoel López, Iván Ferreiro o Stoned at Pomppei. Su colaboración con Rodrigo Valiente, un músico habitual en el circuito gallego, añade un toque de complicidad a estas actuaciones, que combinan versiones de temas populares con piezas que reflejan su gusto ecléctico.
Además desde hace unos años, el jardín de Casa Solla se ha convertido en paraje en el que la gastronomía se da la mano con la música con la invención de ‘Un Domingo Cualquiera’, un evento en el que los clientes/espectadores ya no saben si están comiendo mientras suena buena música o escuchando un concierto mientras comen rico. Por el jardín de Casa Solla han pasado nombres tan destacados como los de Vetusta Morla, León Benavente o Love of Lesbian, siempre acompañados por el propio chef a la guitarra.
La calle Príncipe, un escenario improvisado
La elección de la calle Príncipe no es casual. Esta vía, conocida por su ambiente vibrante y su mezcla de comercios y espacios culturales como el MARCO, es un punto de encuentro natural para los vigueses. La actuación de Solla frente al museo no solo atrajo a los transeúntes, sino que también reforzó la conexión entre la cultura y la vida cotidiana de la ciudad. En un momento en que Vigo busca consolidarse como un destino turístico dinámico, estas iniciativas espontáneas aportan un valor único, mostrando la versatilidad y el talento de figuras como Solla.
El concierto, que duró cerca de una hora, no requirió de grandes montajes: una guitarra, un pequeño amplificador y la energía de los músicos fueron suficientes para captar la atención del público. Los aplausos y las sonrisas de los presentes reflejaron el impacto de un gesto que, aunque sencillo, tuvo la capacidad de alegrar la tarde de quienes paseaban por el centro.
Una faceta que suma al legado de Solla
La pasión musical de Pepe Solla no es un mero pasatiempo, sino una extensión de su personalidad creativa. Así como en la cocina combina tradición gallega con innovación, en la música encuentra un espacio para conectar con el público de una manera directa y desenfadada. Sus actuaciones callejeras, lejos de los focos de los grandes escenarios, demuestran una cercanía que resuena con los valores de autenticidad y comunidad que defiende en su trabajo.
La actuación de Pepe Solla y Rodrigo Valiente en la calle Príncipe es más que un concierto improvisado; es un reflejo del espíritu vibrante de Vigo, una ciudad que abraza la creatividad en todas sus formas. Mientras el chef continúa cosechando reconocimientos por su cocina, su faceta musical añade una capa más a su legado, conquistando corazones con cada acorde. Para los vigueses, estas apariciones sorpresa son un regalo inesperado, una invitación a detenerse y disfrutar de la magia que surge cuando el talento y la pasión se encuentran en el corazón de la ciudad.