Fiscalía ha incrementado a 20 años su petición de cárcel para un vigués, de 30 años de edad, acusado de agredir sexualmente a una joven que conoció meses antes en Tinder al apreciar hasta dos delitos de agresión sexual.
Así lo ha señalado en la segunda sesión de este juicio que se ha llevado a cabo en la sección quinta de la Audiencia Provincia de Pontevedra, con sede en Vigo, en la cual el fiscal modificó sus conclusiones, apreciando dos delitos de agresión sexual, por los que pide 10 años de prisión por cada uno de ellos.
Alternativamente, también propone dos delitos de abusos sexuales, solicitando 5 años por cada uno. Todo ello después de escuchar a los distintos especialistas que han acudido a la vista de este jueves.
Durante la jornada, han sido varios los forenses, psicólogos y peritos los que han declarado. Así, los forenses que analizaron y se entrevistaron con la denunciante indicaron que la joven presentaba inflamación en la garganta y un hematoma en una mama horas después de los hechos. Cabe recordar que ella aseguró haber sido forzada a realizar una felación y que el hombre le mordió en un pecho.
Al respecto de esto, se señala que son marcas «inespecíficas», que podrían ser debidas o no a los hechos que denuncia la mujer. «No podemos descartar eso o algún otro motivo», ha añadido uno de los especialistas.
Además, este forense, que inspeccionó a la joven horas después de la supuesta agresión, no observó lesiones o vestigios en la zona anal. Sin embargo, el propio joven reconoció una relación sexual anal, indicando que fue consentida pero que pararon debido al dolor que la mujer sentía.
No obstante, en cuanto a la situación emocional, la forense sí ha apuntado a una reagudización de su trastorno ansioso depresivo previo. Por ello, en su informe se establece una causalidad «parcial», debido a que sí se cumplen los criterios establecidos pero se tienen en cuenta también otras «concausas» que pudieron ocurrir previamente (recordando que la joven ya presentaba un cuatro ansioso-depresivo y tomaba medicación por ello).
Por su parte, el hombre también fue sometido a unos estudios sobre su perfil psicológico, dando un resultado «estable» y considerando la especialista que lo realizó y que acudió al plenario a petición de la defensa que su relato de los hechos es «altamente creíble».
Tras las declaraciones, Fiscalía incrementó su petición de 10 a 20 años de cárcel, al apreciar dos delitos de agresión sexual apuntando también hacia una introducción anal, además de la oral. La acusación particular se mostró conforme con esta decisión. Por su parte, la defensa ha pedido la libre absolución, refiriéndose a «contradicciones» en el relato de la joven.
Hechos
Según se recoge en el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos ocurrieron en mayo de 2022, cuando el procesado tuvo una cita con una chica a la que había conocido un año antes, a través de la aplicación de móvil Tinder.
El acusado la recogió y la llevó a su domicilio familiar en Vigo y, una vez en la vivienda, se sentaron en el sofá del salón mientras veían televisión. En un momento dado, el acusado, «con ánimo libidinoso», comenzó a tocarle la pierna y, de repente, la sujetó por el cuello fuertemente y se puso delante de ella, inmovilizándole las piernas con sus propias piernas, mientras la chica seguía sentada.
Precisamente sobre este punto preguntó a los forenses el abogado de la defensa, no apreciándose marcas en el cuello o en la cara en el estudio realizado por los especialistas.
Fiscalía asegura que el acusado se bajó el pantalón y, agarrando a la mujer por pelo, la obligó a que le hiciera una felación. En un momento en que ella pudo a duras penas separarse y respirar, él le propinó una fuerte bofetada en la cara, antes de quitarle parte de la ropa y morderle un pecho. Sobre esto, en los informes sí se recoge una marca en su pecho.
A continuación, añade Fiscalía, sin dejar de agarrarla por el pelo, la obligó a ir al baño y allí volvió a meterle el pene en la boca hasta que eyaculó. Durante sus conclusiones en el juicio, también apuntó a penetración anal. Por ello, incrementó su petición a dos delitos de agresión sexual, subiendo de 10 a 20 los años de pena solicitados para el hombre.
Declaraciones
En la primera sesión del juicio, la denunciante aseguró que pasó «miedo» y el procesado sostuvo que los hechos fueron consentidos.
En su interrogatorio ante el tribunal, A.V.E. explicó que había conocido a la mujer mediante la aplicación de citas Tinder y que hablaban esporádicamente por redes sociales, llegando a tener una cita presencial a finales del verano de 2021.
Meses después, volvieron a citarse, en la noche del 31 de mayo de 2022, y él la llevó a casa de su madre en Vigo, donde no había nadie. Según su relato, estuvieron «charlando» y viendo un partido de tenis por la televisión, y poco después empezaron «un tonteo», a acariciarse mutuamente en el sofá del salón.
A continuación, ella le practicó una felación y luego se fueron al cuarto de baño, donde intentaron mantener relaciones sexuales por vía anal, sin conseguirlo debido al dolor de ella. Allí, volvieron a tener sexo oral.
Por su parte, la denunciante declaró que, efectivamente, conoció a A.V.E. por Tinder, y que habían hablado previamente por redes sociales y tenido una cita, en la que estuvieron tomando algo en una cafetería de Vigo, sin más interacción.
La noche de los hechos, la mujer quedó con él y le acompañó a la casa familiar porque «iban a tomar unas cervezas y ver un partido de tenis». Pero nada más llegar y sentarse en el sofá, explicó, él la agarró fuertemente por el cuello, le obligó a practicarle una felación mientras la sujetaba por el pelo, y le dio una bofetada.
En un momento determinado, y para tratar de disuadirlo de que fuera más allá, la chica le dijo que tenía la menstruacción, y entonces él la llevó hasta el baño agarrándola por el cabello. La mujer afirmó que nada de lo que ocurrió en el baño fue consentido y que ella llegó incluso a pensar que se ahogaría porque no podía respirar. Después de que él eyaculó, ha afirmado, se acercó a ella para explicarle que lo que había pasado era el «rollo» que a él le gustaba, y ella se quedó en el baño «temblando y llorando».
Según ha relatado, pasó «mucho miedo», y se quedó «en shock», por eso no intentó huir ni llamar a nadie en ese momento. Mientras se vestían y se marchaban del domicilio, explicó, el acusado le preguntó varias veces si estaba bien, pero ha matizado: «No le preocupaba mi bienestar, parecía como una amenaza, le preocupaba que yo no fuera a decir nada».