Ha concluido la primera temporada de Daredevil: Born again, el debut en Disney del héroe de la Cocina del Infierno después de tres temporadas en Netflix. Pero ¿qué es lo que realmente nos han contado? ¿Y ha merecido la pena?
Fue en 2015 cuando la plataforma Netflix estrenaba Daredevil, la primera serie de televisión del Universo Cinematográfico de Marvel, ligada en teoría a la misma continuidad que estaban desarrollando las numerosas películas del momento —a punto estaba de entrenarse Vengadores: La era de Ultrón—, pero que en la práctica discurrió por un camino propio, en el que se incluyó a personajes callejeros y amenazas realistas. El Universo Marvel que construyó Netflix contó con nombres tan valiosos para la editorial como Daredevil, Foggy Nelson, Karen Page, Elektra, Bullseye, Stick, Kingpin, Ben Urich, Punisher, la hermana Maggie, Luke Cage, Jessica Jones o Iron Fist. E incluso llegaron a conformar un equipo, al que bautizaron los Defensores, en una serie que no dio mucho de sí.
Las tres temporadas del superhéroe ciego siguen estando consideradas como la mejor creación televisiva de la historia de Marvel, con un tono duro, unas historias profundas y una calidad muy poco frecuente en el medio. Sin embargo, Netflix canceló la serie en 2018 y todo lo que habían hecho hasta entonces se integró en Disney+.
Y entonces comenzó un trabajo de fondo para incorporar de manera efectiva las historias que ya habían emitido. Charlie Cox volvió a interpretar al personaje en Spider–Man: No Way Home y en She–Hulk: Abogada Hulka —en este último caso, con un tono más desenfadado que en la serie original, acorde con el tipo de historias que vivía la Amazona Esmeralda—. Y Vincent D´Onofrio encarnó de nuevo a Wilson Fisk en Eco y Ojo de Halcón, dando inicio a la gran saga que tenemos en marcha ahora: el ascenso de Kingpin a la alcaldía de Nueva York, tal y como ya se vio en los cómics.
En marzo de este año se ha estrenado en Disney+ Daredevil: Born Again, una serie de 9 episodios que lleva adelante esa idea con una premisa muy interesante: ¿le está permitido todo a quien tiene el poder? ¿Dónde están los límites de los poderosos? Y eso no se refiere solo al recién votado Wilson Fisk, que extiende su red de influencia por una alcaldía y una ciudad que no hacen mucho por resistirse; sino también a la policía, Daredevil, Bullseye y Punisher, cuyos actos se mueven entre la justicia y el delito, sin que parezca que nadie tenga que responder por ellos. Vigilantes enmascarados, agentes corruptos y un alcalde mafioso se dedican al juego del poder sin que nada pueda detenerlos, y solo un abogado ciego encarna la verdadera justicia en Nueva York. O quizá solo es una pieza más de la violencia descontrolada en las calles, de la llamada de lo salvaje que tiene lugar en una ciudad cruel con los desfavorecidos y donde solo impera la ley del más fuerte. Daredevil cree en defender lo que es justo, sin que valga cualquier medio para ello. Abogado de día y justiciero de noche, pero ni un asesino desquiciado como Punisher, ni un enmascarado demente como Bullseye, ni un poder autárquico como el de Kingpin.
Por eso esta serie se titula así, no porque adapte la conocida miniserie de Frank Miller y David Mazzucchelli, sino porque va a la raíz del personaje y la muestra en pantalla con solo nueve episodios, la lleva al límite y anuncia una confrontación mayor que tendrá lugar en la segunda temporada, ya confirmada por Marvel, igual que un especial de Punisher.
La Cocina del Infierno vuelve a arder con los personajes que más nos gustan y, por lo que parece, aún nos quedan muchos grandes momentos por ver en pantalla.