El curso que comienza en unos días trae cambios que afectarán a la prueba de acceso a la Universidad. No solo se tratará de un cambio de nombre,m dado que la actual ABAU pasará a denominarse PAU, sino que tras cinco años con modelos de examen COVID, con una alta optatividad, y previamente con exámenes de opciones A y B, ahora se pasa a una prueba de preguntas de respuesta obligatoria.
El cambio no solo es formal, por lo tanto, ya que el objetivo es sustituir la evaluación de contenidos memorísticos por la evaluación de competencias.
En el Real Decreto 534/2022 están detalladas las características de los exámenes de la nueva prueba, en la que los ejercicios tendrán por lo tanto un diseño competencial que permita comprobar el grado de consecución de las competencias específicas de cada una de las materias. Por otra parte, los ejercicios requerirán del alumnado la creatividad y la capacidad de espíritu crítico, de reflexión, de madurez para resolver por escrito una serie de cuestiones o tareas adecuadas a las competencias específicas que se evalúan.
A través de una nota de prensa, la CiUG ha recordado que desde el mes de mayo se impulsó una reunión de diversos distritos universitarios para avanzar en el diseño de estos ejercicios.
Se acordó una estructura común de todos los exámenes, con 4 preguntas obligatorias: la primera más competencial y de respuesta única, y las restantes con posibilidad de elección entre apartados.
La Consellería de Educación y la Comisión Interuniversitaria estuvieron trabajando todo el verano en la elaboración de una serie de modelos de examen, ya colgados en la página web de la CIUG, que se irá completando en próximos días, hasta disponer de modelos de todas las materias, de manera que el profesorado y el alumnado de Bachillerato tengan información suficiente para abordar con garantías este curso diferencial.