Los retrasos e incidencias habituales del AVE entre Galicia y Madrid han vuelto a ser protagonistas este jueves de la actualidad informativa pero, en esta ocasión, por tener como afectado al mismo presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Y la red social X (antes Twitter) fue el medio por el que representantes del Gobierno regional y autonómico se cruzaron críticas por la situación que los usuarios de los servicios ferroviarios a Galicia sufren de modo constante.
Así, y tras ironizar el ministro de Transportes, Óscar Puente, con que la mejora de las conexiones del AVE a Galicia -anunciadas este miércoles por Renfe-, le costará un «akelarre» en el Parlamento de Galicia con otra «reprobación», la ‘broma’ le ha venido de vuelta con una reprimenda del presidente Rueda desde un tren «averiado» sobre un puente en Ourense, incidencia ferroviaria que le ha impedido participar en un acto en Madrid.
Sucedió esta misma tarde, cuando el ministro publicaba un mensaje en su perfil de la red social ‘X’ en el que destaca los avances ferroviarios y critica su reprobación por parte de la Cámara gallega. En concreto, hacía referencia a una noticia en la que se informaba de que «Renfe suma dos nuevas frecuencias diarias de AVE en la ruta que une Vigo y Madrid, reduciendo el viaje con la capital del Estado por debajo de las cuatro horas».
«Pronto habrá akelarre en el Parlamento gallego y me volverán a reprobar en justa retribución. Renfe suma dos AVE más a Vigo y reduce el viaje con Madrid por debajo de las 4 horas por primera vez en la historia», reza el post del ministro.
Y es que en el pasado mes de septiembre la Cámara gallega dio luz verde a la reprobación del ministro a propuesta del PP y con los votos a favor del Bloque Nacionalista Galego y el diputado de Democracia Ourensana. Por su parte, el PSdeG optó por la abstención en esta iniciativa que también reivindicaba mejoras para los servicios ferroviarios de Galicia. Todo ello después de que el titular de Transportes asegurase que el tren vivía «el mejor momento de su historia» en respuesta a las quejas por las incidencias ferroviarias registradas en Galicia.
Leer al ministro sacar pecho mientras decenas de personas cogemos un tren en Ourense con una hora de retraso. Salimos y tras media hora parados en un puente volvemos hacia Ourense por avería. Y sin más información.
Esta es la tónica habitual: suma y sigue. Muy bien, ministro https://t.co/cIVHIIyXrm pic.twitter.com/h0wtzuDOxu— Alfonso Rueda (@AlfonsoRuedaGal) October 17, 2024
«Esta es la tónica habitual: suma y sigue. Muy bien, ministro»
Pero la respuesta no se hizo esperar. Y además con una crítica bien justificada. Así, al mensaje del ministro le replicó el presidente de la Xunta, que justamente en la tarde de este mismo jueves fue uno de los usuarios que sufrió los retrasos en el servicio ferroviario gallego, lo que le impidió llegar a la conferencia que el máximo mandatario autonómico iba a ofrecer en la Universidad Pontificia de Comillas bajo el título ‘El estilo Galicia como modelo político’.
«Leer al ministro sacar pecho mientras decenas de personas cogemos un tren en Ourense con una hora de retraso. Salimos y tras media hora parados en un puente volvemos hacia Ourense por avería. Y sin más información. Esta es la tónica habitual: suma y sigue. Muy bien, ministro», le responde el presidente, que pide disculpas a los alumnos de la universidad madrileña, a los que promete buscar «otra fecha» para conversar.
La publicación del presidente gallego está acompañada por un vídeo en el que se puede ver cómo el convoy está parado sobre un puente en la ciudad de Ourense.
Según informaron fuentes del Gobierno gallego a Europa Press, el tren del presidente autonómico tenía prevista la llegada a Madrid a las 17,36 horas, tras salir a las 13,57 de Santiago y hacer parada en Ourense. Sin embargo, tras esperar una hora en la estación de la ciudad de As Burgas, el vehículo quedó parado en un puente tras circular solo unos cinco minutos.
Allí estuvo una hora hasta volver a la estación, donde se cambió a los usuarios de tren para salir a las 17,25 horas, prácticamente a la hora en la que el convoy debería llegar a la capital estatal.