El presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, ha eludido aclarar cuáles serán los pasos para su relevo en Galicia, tanto en el partido como en el Gobierno autonómico, más allá de que habrá decisiones «previsibles» cuando llegue «el momento adecuado y conveniente». Un momento que no llegará, al menos, hasta la celebración el 1 y el 3 de abril, en Sevilla, del congreso extraordinario del PP, en el que se presenta como candidato a liderar el partido, según ha explicado.
«No soy presidente del PP y por lo tanto no puedo actuar como si lo fuera», ha respondido en la rueda de prensa tras el Consello de la Xunta de este jueves, que se ha celebrado extraordinariamente en Ourense, después de que ayer anunció su candidatura para presidir el partido.
Por eso no ha querido avanzar como será el posible cambio en la Presidencia del la Xunta o en el PPdeG, porque son preguntas que no se podrán contestar hasta «los próximos meses». «Soy un político previsible y sé de mis responsabilidades como presidente de Galicia. No defraudé nunca a Galicia e intentaré no defraudarla», ha comprometido.
También «habrá respuestas previsibles dentro de un partido previsible», ha dicho, aparte de asegurar que «queda garantizada la estabilidad política» y de las instituciones, convencido de que van a «acertar» porque tanto la Xunta como el PPdeG cuentan «todos los mimbres para hacer las cosas bien».
«Galicia no nos perdonaría equivocarnos. Galicia no merece una equivocación del partido mayoritario que, además tiene la confianza mayoritaria de los gallegos», ha añadido.
Ha recordado que el congreso extraordinario del PP aún acaba de convocarse y «de momento, solo hay una expectativa no una causalidad contrastada», sobre convertirse en el próximo presidente del partido por lo que ha instado a «esperar» a la decisión fundamental, que depende de los compromisarios de la formación política. Por su parte, va a seguir con «el mismo manual de respeto de las formas y los reglamentos», ha concluido.