Familiares y amigos dieron el último adiós al directivo más longevo de la náutica deportiva española y pilar fundamental de la entidad social baionesa desde que en 1973 se convirtió en el máximo responsable del club. El domingo ya se celebraron las exequias fúnebres en un acto familiar en el tanatorio de Pereiró.
La emotiva despedida acabó con la Salve Marinera cantada por los alumnos de la Escuela Naval de Marín. «Para qué llegar a los 100 si con tus 99 te dio tiempo a vivirlo todo», dijo su hijo Mauro durante el funeral. «Hay personas que serán recordadas por lo que fueron y otras por lo que hicieron. Tú serás recordado por las dos», dijo su nieta Elsa.
BIOGRAFÍA
Profesor mercantil, Rafael Olmedo navegó primero por el mundo empresarial, en el que cosechó grandes éxitos. Empezó surcando el aire, siendo el primer piloto aéreo vigués, pero pronto cambió el cielo por el mar, y a bordo del Rabisco participó en numerosas competiciones con una tripulación enteramente familiar.
En 1973 asumió la presidencia del Monte Real Club de Yates con el objetivo de convertirlo en un referente en el mundo de la vela, y así lo hizo, trabajando mano a mano con la junta directiva. Lo que hasta entonces era un club modesto, que pasaba por ciertas dificultades económicas, se convirtió poco a poco en lo que es hoy en día, uno de los clubes náuticos con mayor prestigio del mundo.
Cogió el timón del Monte Real con un rumbo claro, el de llevar al club lo más lejos posible, fomentando el turismo náutico y las regatas de carácter nacional e internacional. Bajo su mandato, el Monte Real organizó grandes competiciones de cruceros, como la Regata del Descubrimiento Bermudas-Bayona, varias LymingtonBaiona, varios campeonatos de España y un gran número de regatas Match Race.
Además, convirtió al Monte Real en el primer club español en presentar, en 1989, un desafío en la Copa América de Vela, la competición más antigua del mundo, a la que el club se presentaría en dos ocasiones más. A lo largo de su prolífica vida, Olmedo recibió numerosas distinciones de diferentes instituciones y organizaciones. En 1996, el concello de Baiona lo nombró hijo predilecto de la villa, por haber transformado a la localidad en un referente internacional de la vela y el turismo náutico.
Fue sido reconocido, además, con la Cruz al Mérito Naval con distintivo blanco, que le entregó el Rey Don Juan Carlos; con la Medalla de Oro de la Federación Española de
Vela, que le impuso el por aquel entonces Príncipe Don Felipe de Borbón; con la Medalla de Bronce del mérito deportivo del Estado; y con el Premio al Mérito Deportivo, que le concedió la Xunta de Galicia en 2011.
En 2013, cuando cumplió 40 años en la presidencia del Monte Real, la junta directiva decidió ponerle su nombre al mástil de señales, símbolo de identidad del club, en el que, durante todo el año, ondea su grímpola y las banderas de Baiona, Galicia y España. El 21 de febrero de 2015 Don Rafael Olmedo Limeses falleció a los 99 años.