El vehículo fue detectado por una patrulla de seguridad ciudadana de la Compañía de la Guardia Civil de Pontevedra cuando circulaba de noche por la autopista AP-9, con dos plásticos opacos en las ventanillas delanteras, que impedía totalmente la correcta visibilidad de la vía, según informó la Comandancia de Pontevedra.
Las mismas fuentes señalan que el vehículo fue interceptado inmediatamente en Poio después de salir de la autopista en la N-531 a la altura del Km. 0,800 y se comprobó que las ventanillas de las dos puertas delanteras carecían de cristales y las llevaba cubiertas de forma rudimentaria con dos plásticos opacos que le impedía al conductor la visibilidad de la carretera.
Al proceder a la identificación del conductor, que resultó tener antecedentes por infracciones administrativas relacionadas con los estupefacientes, se requirió el apoyo de una patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra para realizarle la prueba de detección de drogas, que dio resultado positivo en cocaína y opiáceos.
Si se confirman por el laboratorio los resultados positivos de la prueba indiciaria del detector de drogas, el conductor del vehículo se enfrenta a dos infracciones administrativas al Reglamento General de Circulación que puede llevar consigo una sanción económica de hasta 1.200 euros y la detracción de seis puntos del permiso de conducción.