La armadora del pesquero gallego ‘Villa de Pitanxo’, Grupo Nores, ha apuntado hacia la existencia de «graves errores técnicos» en el informe pericial que la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) entregó este miércoles a la Audiencia Nacional, lamentando que «criminalizar» al patrón del buque, Juan Padín, no está «muy justificado».
Pese a que la compañía siempre se ha mantenido al margen sin querer hacer declaraciones sobre la causa judicial, este jueves la empresa ha enviado un comunicado tras la publicación de dicho informe, que señalaba que un «error humano» de Padín sería la «causa más probable» del hundimiento del barco, ocurrido en febrero de 2022.
Para el Grupo Nores, uno de los problemas del documento es que los peritos dan por supuesto la existencia de un embarre (enganche de las redes al fondo del mar), basándose «exclusivamente» en la declaración de uno de los supervivientes, Samuel Kwesi.
«En las imágenes de la inspección submarina se ve claramente que ni las puertas de arrastre ni el aparejo están enganchados en el fondo, sino tendidos sobre un fondo de sedimentos finos, sin roca ni accidentes que permitan suponer un embarre. Esto es, las propias imágenes de la inspección muestran que el aparejo no está embarrado», ha reivindicado la armadora.
Una vez más, la empresa ha tratado de defender que el embarre sería incompatible con las últimas velocidades y posiciones de la caja azul del buque, «que muestran una velocidad de deriva compatible con una parada de la máquina», pero «incompatible» con un buque anclado al fondo.
Los peritos de la armadora ven así «graves errores técnicos» en el informe de la CIAIM por «falta de familiarización» con la maniobra pesquera. Además, acusan al organismo de aventurarse «siempre con apoyo en testimonios de parte interesada», recordando que Samuel es acusación particular en la causa.
Entre otros temas, han subrayado que sí se respetaban los descansos de la tripulación y que sí se habían realizado los ejercicios de abandono del buque en caso de emergencia.
Por ello, han pedido «cautela», recordando otros casos de informes técnicos de la CIAIM que terminaron con conclusiones «incorrectas y sorprendentes».
Con respecto a la hipótesis que plantea la CIAIM sobre un supuesto error del patrón, y «aun careciendo de base», si se considera tal supuesto, Grupo Nores cree que «criminalizar a un patrón por que hubiese podido cometer un error en la gestión de una maniobra no resulta muy justificado».
«Todo el mundo parece olvidar los dos golpes de mar relatados por los tres supervivientes a su llegada a puesto, determinantes para que el buque perdiese su estabilidad tras la parada del motor», sentencia el comunicado de la compañía.
Naufragio a 450 kilómetros de Terranova
El pesquero gallego ‘Villa de Pitanxo’ naufragó a 450 kilómetros de la costa de Terranova (Canadá) en febrero de 2022, acabando con la vida de 21 de los 24 marineros a bordo. A partir de ahí, las familias de los fallecidos han iniciado una serie de acciones para tratar de esclarecer los hechos, por lo que siempre han pedido que se bajase al pecio para encontrar pruebas de lo que pudo haber ocurrido.
Durante la instrucción, el juez ha tomado declaración al patrón del pesquero, Juan Padín –en calidad de imputado–, a su sobrino Eduardo Rial y al marinero Samuel Kwesi, como testigos, al ser los únicos supervivientes del naufragio. También han acudido ante el magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que investiga lo ocurrido, directivos de la armadora Grupo Nores, así como antiguos marineros del barco, entre otros.
La investigación judicial se debe a que Samuel Kwesi ofreció una versión que contradice la expuesta por Padín y Rial, y que apuntaría a posibles negligencias por parte de éstos que habrían desencadenado en la tragedia.
Tras tomarles declaración, el magistrado prohibió salir de España al patrón del pesquero, le retiró el pasaporte y le impuso la medida cautelar de comparecer cada quince días en sede judicial y permanecer localizado.