El Gobierno no ha detectado sacos de pélets en las Rías Baixas, donde este viernes ha llevado a cabo varias vigilancias con el avión AS102 ‘Rosalía de Castro’ y la salvamar Mirach.
Siguiendo el protocolo establecido este jueves en la reunión del Plan Camgal, la Delegación del Gobierno en Galicia ha informado de que este viernes Salvamento Marítimo ha movilizado el avión AS102 ‘Rosalía de Castro’ desde el aeropuerto de Santiago de Compostela, que ha efectuado vuelo de detección de sacos de pélets por todas las Rías Baixas.
Además, también ha movilizado la salvamar Mirach, que ha efectuado la búsqueda en la ría de Vigo.
En ambos casos el resultado ha sido negativo y no se han hallado sacos de pélets sobre la superficie del mar.
Búsqueda del contenedor perdido
Por otra parte, tras ser consultada por Europa Press sobre la viabilidad de la utilización de un robot submarino para localizar y sellar el contenedor caído del ‘Toconao’ del que han salidos los pélets, la Marina Mercante ha coincidido con el Gobierno central en que el ROV Comanche «no puede actuar a la profundidad a la que está el contenedor».
«En este asunto la respuesta es la que dio ayer el delegado del Gobierno en Galicia. El ROV Comanche no puede actuar a la profundidad a la que está el contenedor«, aclaran.
Desde que solicitase este servicio, la Xunta ha insistido en la viabilidad de esta tarea, sobre todo para detener la contaminación en tierra.
Este jueves, en la rueda de prensa posterior a la celebración del Consello de la Xunta, el presidente, Alfonso Rueda, recordaba que el Gobierno tampoco quiso bajar en su momento al Villa de Pitanxo «y acabó bajando». «Queremos saber si el contenedor, el origen de todo, aún tiene esos sacos dentro. La Xunta no puede saber en estos momentos donde está», solicitaba Rueda.
Informe de la Organización Marítima Internacional
El informe que la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés) publicó en febrero de 2023 tras un caso similar ocurrido en 2021 en Sri Lanka, sí recomienda, «si es factible y apropiado», «asegurarlo lo más rápido posible».
El documento analiza diferentes posibles resultados cuando un contenedor cae al mar. Para el caso del vertido gallego, son dos las hipótesis plausibles: que un contenedor se pierda por la borda, después de lo cal se hunde o continúa a la deriva durante un período de tiempo, y luego se rompe y libera carga; o que se hunda intacto hasta el fondo, por lo que no se libera ninguna carga inmediatamente.
Sin embargo, y a este último respecto, si se dejan el lugar durante largos períodos, «la integridad estructural de un contenedor hundido puede verse comprometida», derramando posteriormente su contenido.
En el primer escenario, «lo más probable es que la notificación de la pérdida de un contenedor de pélets de plástico se reciba demasiado tarde para permitir una contención y recuperación efectivas de cualquier carga perdida de ese contenedor».
Pero para el segundo caso, donde el contenedor llega intacto al fondo, la IMO recomienda «asegurarlo lo más rápido posible y, si es factible y apropiado, recuperarlo del fondo del mar». «Se debería hacer hincapié en la contención adecuada de la carga en el fondo del mar, en lugar de instalar medios de contención y recuperación en la superficie», señalan.