Las mujeres españolas de la pesca reclaman a las administraciones mejoras laborales y más velocidad en sus políticas para impulsar la igualdad de género en un sector tocado por el problema del relevo generacional. Las trabajadoras representan un 35 % del empleo que genera la pesca y la acuicultura, donde ellas han ganado terreno en los últimos años, pero con la percepción de que los avances son insuficientes para superar las desigualdades.
Las responsables de las asociaciones representativas de mujeres pesqueras reconocen los progresos, en declaraciones a Efeagro, pero opinan que las actuaciones del Gobierno y de las autonomías deberían acelerarse para cerrar la brecha de género. «Las profesionales creen que los cambios son muy lentos, que se les ponen demasiados requisitos en sus demandas y reclaman un espacio en las distintas mesas de negociación y toma de decisiones», según las conclusiones del Plan nacional para la Igualdad de Género en el Sector Pesquero y Acuícola aplicado entre 2015-2020.
Un plan que ha actualizado la Secretaría General de Pesca con actuaciones para 2021-2027 con el fin de promover la igualdad de trato y el liderazgo femenino.
Las cifras
Cerca de 44.000 mujeres trabajan en la pesca y la acuicultura en España (dentro de un total de 125.000 personas en 2020), entre la pesca, producción, industria y comercio.
Ellas representan un 16 % de los afiliados al Régimen Especial del Mar de la Seguridad Social (9.500 trabajadoras) donde su presencia es destacada en el marisqueo a pie (63 %); en la industria auxiliar prevalecen, sobre todo en oficios tradicionales como las rederas, la descarga o la clasificación de capturas, especialmente en el litoral cantábrico (Galicia, País Vasco, Cantabria o Asturias).
Pero en la pesca marítima solo abarcan el 5 % y su presencia a bordo es muy baja, en un sector tradicionalmente masculinizado, según las cifras del plan estatal. En las pescaderías, engloban el 52 % de los 20.500 puestos de trabajo, según la patronal que agrupa al comercio tradicional Fedepesca.
Aparte, la presidenta de la Plataforma Tecnológica de la Pesca y de la Acuicultura, María Luisa Álvarez, menciona a las mujeres dedicadas a la investigación marina o a las que ejercen de inspectoras de buques pesqueros.
Negociaciones laborales tras la pandemia
La presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (Anmupesca), Rita Míguez, reconoce los avances en «visibilidad» y en la «mayor sensibilidad» de las administraciones, pero subraya la necesidad de dignificar las profesiones femeninas del mar.
Anmupesca aúna 33 asociaciones de Galicia, Asturias, Cantabria, Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid que integran a mariscadoras, percebeiras, rederas, armadoras, biólogas y pescaderas. Míguez apunta que tras la pandemia las conversaciones con la administración se han reactivado moderadamente, aunque “queda mucho por hacer”; en la actualidad hay negociaciones abiertas con el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social sobre sus principales reivindicaciones laborales,.
Entre ellas destacan los coeficientes de jubilación o el reconocimiento de enfermedades profesionales: “Hay receptividad y esperamos noticias pronto”, añade. La presidenta de Anmupesca y Álvarez (también directora de Fedepesca) coinciden en que la conciliación sigue siendo una asignatura pendiente y en que es crucial atajar el «grave problema» del relevo generacional que afecta a todo el ámbito pesquero.
La falta de adecuación de los buques para tripulaciones mixtas o la dificultad de compaginar la vida laboral y familiar han ralentizado los avances hacia la igualdad a bordo de un buque, una ocupación de riesgo.
Un riesgo más presente que nunca, con la flota española «con el alma encogida» por el hundimiento del pesquero «Villa de Pitanxo» en aguas de Terranova (Canadá), declara Míguez.
Nuevas generaciones y planes hasta 2027
La segunda edición del plan estatal de igualdad pesquero plantea medidas para avanzar en salud y seguridad laboral en los próximos seis años, con las comunidades autónomas y el sector, para el impulso del asociacionismo y el empoderamiento
La directora de Fedepesca insiste en que faltan datos que arrojen luz y opina que ayudas como las de los fondos de la Unión Europea (UE) llegan sólo al sector extractivo y no tienen en cuenta a las trabajadoras de otros eslabones de la cadena.
Asegura que en el mundo empresarial se han dado pasos importantes y ahora hay mujeres en torno a los 40 o 50 o 60 años en puestos de dirección, pero el cambio en la educación familiar se verá claramente en la próxima generación.